Angélica Sosa: "Pido sensibilidad a los jueces para que me dejen ir (a Jujuy) a despedir los restos mortales de mi esposo"
(VEA EL VIDEO) La exalcaldesa compartió un video grabado en el penal de Palmasola para solicitar a las autoridades que agilicen los trámites necesarios para despedir a su marido
La exalcaldesa de Santa Cruz de la Sierra, Angélica Sosa, pide a las autoridades judiciales que autoricen su viaje a San Salvador de Jujuy, Argentina, para asistir al funeral de su esposo, Sergio Perovic, quien falleció el martes, 24 de mayo. En el video, Sosa viste de riguroso negro y apela a "la sensibilidad de los jueces" para que aprueben su viaje al vecino país.
Se trata de las primeras imágenes públicas de la exautoridad al interior del recinto penitenciario de Palmasola. La mañana de este miércoles se celebró un oficio religioso en memoria del difunto. Sosa acudió al mismo y, posteriormente, grabó el video.
"Tengo el corazón hecho pedazos", dijo Sosa en el inicio de su mensaje. A continuación, dedica unas palabra a quien fuera su esposo. "Se ha ido el amor de mi vida, con sus defectos y sus grandes virtudes".
En el video, la exautoridad se dirige a las autoridades judiciales para "que no pase lo mismo que con mi padre, que me dejen despedir sus restos mortales" se escucha.
Hugo Sosa, padre de la exalcaldesa, falleció el 31 de enero. En aquella oportunidad, las autoridades judiciales no facilitaron los permisos para que Angélica Sosa pudiera asistir al entierro.
Ahora, clama por "la sensibilidad de los jueces" para que se autorice su viaje a Jujuy y así "acompañar a mi familia, a mis hijas".
Antes de concluir el video, Sosa recuerda los 37 años que vivieron juntos, 31 de ellos como casados y 6 como novios, y recalca que "estoy sufriendo mucho" ante esta situación.
La muerte de Sergio Perovic se conoció a mediodía del martes. El esposo de Sosa residía en Jujuy desde febrero, cuando se desplazó para acompañar a su madre.
El abogado de Sosa, Jorge Rivero, recalcó que la salida de Perovic del país se realizó de manera legal, puesto que no recaía sobre él ninguna orden de arraigo ni alerta migratoria.
