En la catedral cruceña el clero renovó sus promesas sacerdotales. Se consagró el Santo Crisma y se bendijo los santos óleos. Hoy se vive un día penitencial para que los fieles acudan a la confesión

13 de abril de 2022, 7:57 AM
13 de abril de 2022, 7:57 AM

En la Misa Crismal y de renovación de los votos sacerdotales, el arzobispo de Santa Cruz, Sergio Gualberti, pidió al clero cumplir con la misión evangelizadora y sembrar esperanza siguiendo las enseñanzas de Jesús.

Recordó que se tiene que privilegiar a los marginados, excluidos y a toda la sociedad que sufre de divisiones y desengaños por tantos problemas.

Señaló que en la Iglesia no están exentos de problemas y desafíos. “El difundirse de la indiferencia religiosa, la falta de sentido de pertenencia eclesial de tantos bautizados, el clericalismo y los abusos de algunos miembros del clero que originan tanto dolor y decepción en el pueblo de Dios y en el mundo. Ante este escenario podemos caer en el desánimo y la resignación, al punto de desmotivarnos y dudar de nuestra vocación y ministerio sacerdotal”, reflexionó Gualberti.

En este sentido, pidió renovar la fe para dar frutos abundantes. “El hoy de Cristo es el que nos anima a crecer en la fe y que nos da la fortaleza para ser testigos de la esperanza”, remarcó.

Manifestó que los sacerdotes, más allá de sus limitaciones y debilidades, tienen que estar siempre dispuestos a dar razón de la esperanza. “No cualquier esperanza, sino la de Cristo, la que ha sido sembrada en nosotros por la gracia del bautismo, colmada en el sacramento del orden y manifestada en el Evangelio de la vida y del amor”, recalcó.

Recordó a los sacerdotes ser esperanza para el pueblo, para hacerse servidores de la esperanza, a través del testimonio cotidiano, humilde y gozoso.

Les pidió ser ministros de la misericordia del padre, perdonando y animando a perdonar y a vencer el odio, resentimiento y la venganza. “Servidores de la esperanza que brota de los sacramentos, en particular de la eucaristía en la que experimentamos la gracia de Dios en la comunión y en el encuentro personal y comunitario con Cristo resucitado”, señaló.

Pidió llevar esperanza a un país que mira un futuro no muy lejano de justicia, verdad, libertad, reconciliación y paz para todos.

Durante la celebración se consagró el Santo Crisma con el que se ungen los bautizados, confirmados, ordenados para el ministerio sacerdotal y con el que se consagran altares e iglesias. También se bendijo los óleos para enfermos y catecúmenos.

Día penitencial

Este miércoles se vive una jornada dedicada a las confesiones, por lo que los sacerdotes aguardan a los fieles. En la catedral se tiene previsto celebraciones penitenciales a las 08:00, 11:30 y 19:00.

El papa Francisco resaltó que, desde el punto de vista humano, la confesión es importante para desahogarse ante Dios, con la iglesia y con el hermano.

El santo padre comentó que “alguno puede decir: ‘yo me confieso solamente con Dios’. Sí, tu puedes decir a Dios: ‘perdóname’ y decirle tus pecados, pero nuestros pecados son también contra hermanos, contra la Iglesia y por ello es necesario pedir perdón a la Iglesia y a los hermanos en la persona del sacerdote”.