La OICH cuestiona que la asambleísta por el pueblo chiquitano se inclinó a la parte política partidaria.

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30 de enero de 2024, 11:26 AM
30 de enero de 2024, 11:26 AM


La revocatoria a la asambleísta departamental por el pueblo chiquitano, Aida Gil, es un mandato de la Asamblea del 20 de abril de 2023, afirmó Carlos Alberto Urquiza, cacique de la Organización Indígena Chiquitana (OICH).

“Prácticamente no obedeció el mandato del pueblo chiquitano por la parte orgánica y se inclinó a la parte política partidaria sin consenso de las centrales” aseguró Urquiza.

El dirigente también indicó “que nunca hubo coordinación con nadie y ni de los proyectos de la dirección de recursos no rentables de la Gobernación correspondiente al pueblo chiquitano”.

Urquiza informó que el Órgano Electoral Departamental le dio a su directorio la potestad de llevar adelante el proceso revocatorio a través de usos y costumbres; sin embargo, en la reunión convocada para este efecto en la sede de la OICH en Concepción el 20 de enero, dijo que fueron agredidos por seguidores de Carlos Cuasace.

Urquiza denunció que Cuasace promovió una asamblea ilegal en Roboré para hacerse elegir supuestamente como gran cacique de la OICH y sustentar a la asambleísta Gil hasta 2025.

Juan Carlos Pesoa, elegido cacique de Educación en el directorio de Cuasace, salió en defensa de Aida Gil al señalar que los que piden su revocatoria es un "grupito que vive en la ciudad y que no son comunarios".

“Hay un mandato de las centrales que no están divididas para que se mantenga a la asambleísta. Se ha impugnado ante el Órgano Electoral y se pidió a esta instancia que coordine con nosotros a partir de ahora”, indicó Pesoa.

El dirigente advirtió que no permitirán que se siga jugando con el interés de la organización al capricho de algunos que han vivido a costillas de la familia indígena.