El consumo per cápita en Santa Cruz se acerca al de las grandes urbes, que registran de 200 a 250 litros por día. Advierten con posible escasez, pero Saguapac dice que el suministro está asegurado

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21 de marzo de 2015, 19:33 PM
21 de marzo de 2015, 19:33 PM

Están preocupados. Llevan años compartiendo el agua de un grifo común y, en la medida que el barrio crece, abastecerse de este líquido vital se hace cada vez más difícil, al grado que en las horas pico niños y adultos deben hacer fila para llenar sus recipientes y poder llevar agua hasta sus viviendas. Sucede en el barrio Puerto Busch, ubicado en las riberas del río Piraí, donde alrededor de 50 familias comparten agua de una pileta pública.

Los residentes de este barrio forman parte de los más de 40.000 cruceños que se abastecen de agua a través de un grifo público y que viven una realidad distinta al grueso de la población (82%), que dispone del servicio en su vivienda y que gozan de agua suficiente y abundante las 24 horas del día.

Según la cooperativa Saguapac, el consumo per cápita de este recurso en la ciudad alcanza a 180 litros al día, es decir, que cada ciudadano cruceño gasta esa cantidad de agua al día para su consumo y diferentes actividades.

Esta cifra se aproxima a los parámetros de las grandes ciudades, cuyo consumo per cápita oscila entre 200 y 250 litros por día.

El acceso, inquietud mundial
A propósito del Día Mundial del Agua, que se celebra cada 22 de marzo, la Organización de Naciones Unidas (ONU) advierte que uno de los problemas globales más apremiantes es el acceso al agua potable y que en un futuro próximo habrá escasez de este recurso.

De acuerdo con este organismo, a pesar de los progresos registrados en el marco de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, aprobados en 2000, alrededor de 750 millones de personas -más de uno de cada diez habitantes del mundo- siguen sin tener acceso a mejores fuentes de abastecimiento. La falta de agua afecta, en particular, a las mujeres y los niños, ya que, no solo pone en peligro su salud, sino que, además, obliga a perder una cantidad considerable de horas en la improductiva, y a veces peligrosa, tarea de recoger agua, indica un comunicado de la ONU.

El organismo también afirma que la demanda global de agua dulce superará los suministros, como resultado del crecimiento de la población, para mediados de este siglo si continúan los niveles actuales de consumo. Se espera que la población mundial alcance los 9.600 millones de personas para el 2050 desde los 7.000 millones actuales, según estimaciones de la ONU.

En el caso de Santa Cruz, la fundación Natura Bolivia es una de las instituciones preocupadas por la seguridad de abastecimiento de agua en la capital cruceña en los próximos años, ya que, según las previsiones, el número de habitantes para la próxima década llegará a los 2,9 millones, por lo que la oferta de agua del principal acuífero llegará a igualar la demanda en 2025.

Sin embargo, el jefe de Responsabilidad Social de Saguapac, César Flores, asegura que el estudio Fuentes de agua potable disponible para el abastecimiento de la metrópoli cruceña concluye que la provisión de agua para la ciudad capital en los próximos años está garantizada.
De acuerdo con Flores, este estudio muestra que la demanda de agua potable en la capital cruceña para el 2036 será de 214 millones de metros cúbicos, la misma que estará totalmente cubierta con el aporte del río Piraí a los acuíferos, con su infiltración anual de 639,2 millones de metros cúbicos.

“Santa Cruz de la Sierra no tendrá problemas de abastecimiento de agua en la próxima década”, afirma Flores.
No obstante, manifiesta que las perforaciones de los pozos recomendadas deben ser mayores a 300 metros de profundidad debido a la posible contaminación de los acuíferos menos profundos y a las evidencias de contaminación hasta 80 metros en algunas zonas.
Precisamente un estudio, realizado por Saguapac indica que el agua de hasta 100 metros de profundidad en algunas zonas de la ciudad se está contaminando por la acción del hombre (basura) y la falta de servicios de alcantarillado, indica Flores.

Por ello, esta cooperativa extrae el agua de hasta 350 metros de profundidad y coloca sellos especiales para evitar la infiltración de aguas contaminadas, garantizando la calidad a sus usuarios