Desde gasolina, potabilizadores de agua y hasta su propio pan, son algunas de las cosas que se tienen en el espacio que ocupan los bomberos que llegaron hace tres semanas para luchar contra los incendios en la Chiquitania

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24 de septiembre de 2019, 16:27 PM
24 de septiembre de 2019, 16:27 PM

Comenzaron sus labores el pasado 5 de septiembre y hasta ahora son uno de los grupos más numerosos que cumple tareas para apagar los incendios en la Chiquitania. Se trata del contingente de 220 bomberos que llegaron desde Argentina y que ahora se aprestan para prestar servicio en la comunidad Santa Mónica, luego de haber estado casi tres semanas en Concepción.

La organización y las condiciones que tienen para enfrentar la emergencia son algo destacable que EL DEBER pudo constatar. Ellos se trajeron desde el combustible que utilizan sus maquinarias hasta potabilizadores de agua.

Este martes fueron visitados por el embajador argentino en Bolivia, Normando Álvarez, quien destacó lo hecho hasta ahora por sus coterráneos de quienes recordó estuvieron a punto de no llegar al país producto de unas "desinteligencias" que hubo con el Gobierno boliviano, pero que fueron subsanadas a tiempo.

En el campamento en donde están ahora se ve todo muy organizado. La comida se compra o se cocina, hay máquinas para lavar ropa, energía eléctrica, tienen computadoras e incluso hacen su propio pan para consumir.

"A pesar de nuestra situación económica, de la que vivimos en Argentina, el Gobierno decidió mandar la ayuda (...) los veo cansados, per se nota que están anímicamente bien y sobre todo, pueden ayudar en esta situación de emergencia", indicó Álvarez.

Para atender cualquier emergencia cuentan con el equipo necesario de primeros auxilios y se dividen en dos grupos para distribuir de forma equitativa las cargas de trabajo y también para tener las horas necesarias de descanso, teniendo en cuenta el desgaste físico que se tiene al estar en la línea de fuego.

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