Está recluido en El Abra (Cochabamba) y usa el mismo método que Nallar para volver a Santa Cruz. La justicia admitió la demanda

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29 de junio de 2022, 11:30 AM
29 de junio de 2022, 11:30 AM

Utilizando el mismo argumento de Misael Nallar, el colombiano Esteban Beltrán Muñoz demandó con acción de libertad al juez cautelar de La Guardia Rodrigo Vedia exigiendo su inmediato traslado desde la cárcel de El Abra, en Cochabamba, hasta el penal de Palmasola, en Santa Cruz.

Muñoz está imputado por el asesinato de los tres policías en el Urubó, municipio de Porongo. Su abogado Oscar Rodolfo Garnica presentó la acción de libertad que fue admitida por la sala Constitucional de Santa Cruz, integrada por los vocales Hernán Seiwal y Carla Arancibia.

Esteban Beltrán argumenta que el juez Rodrigo Vedia, al ordenar su detención por 180 días en la cárcel de El Abra, está vulnerando sus derechos sin considerar que vive en Santa Cruz, por la zona de Terebinto, jurisdicción de La Guardia. 

Alega el riesgo que su vida corre en el penal cochabambino de  El Abra. Su traslado a Santa cruz también permitirá que sus familiares puedan atenderlo durante su encierro.

El recluso asegura que se le está vulnerando el derecho a su defensa y al juez natural. Ante estos argumentos, considera que el juez debe cambiar su fallo y ordenar su traslado de inmediato a Palmasola.

La sala Constitucional instalará la audiencia de manera virtual durante la mañana de este miércoles. El juez cautelar de La Guardia ya fue notificado para que presente todos los informes.

La justicia definirá si Esteban Beltrán se queda en El Abra o si es trasladado a Palmasola.

Recientemente el juez Rodrigo Vedia, que también fue demandado por la defensa de Misael Nallar, ordenó que este continúe recluido 180 días en Chonchocoro, de La Paz. De esta manera, ratificó su primer fallo del pasado sábado de madrugada.

El tribunal séptimo, de los jueces Freddy Coronel , Janeth Paniagua y Claret Llanos, ordenó que Vedia dicte un nuevo fallo y al final Nallar se quedará en Chonchocoro al haberse desvirtuados las peticiones de su defensa.