Comerciantes rechazan demarcación de puestos en el mercado Mutualista; entre tanto la circulación vehicular es normal
Algunos recuerdan que tienen un usufructo y que son ellos quienes deben determinar el tamaño de sus puestos, mientras que otros lamentan el tamaño, que no alcanza para la mercadería y el vendedor juntos
Cuatro comerciantes se acomodan en un cuadrado de 1,20 X 1,20 metros, parados apenas si pueden moverse. “Este es el tamaño del puesto que ha marcado la Alcaldía”, dicen y cuestionan que no tendrán espacio más que para exhibir sus productos, o estar ellos y alguna pequeña cosa. Otro de ellos toma una silla y se sienta, mientras una colega suya le pasa una sombrilla y otra le presta el balde con somó y los vasos en los que ella comercia su refresco.
“Ni para vender somó alcanza”, dicen los otros vendedores, que por ahora no tienen qué ofrecer, pero que permanecen sentados a la espera de tener un lugar para vender. “Por lo menos son unos tres baldes (los que se necesitan para la venta); no da”, dicen nuevamente. Esta es la realidad de comerciantes de la Asociación 27 de Julio del Mercado Mutualista que, a días de haber celebrado su aniversario, lo perdieron todo en el incendio ocurrido el pasado 31 de julio.
Édgar Burgoa, dirigente de esa asociación cuenta que viven en una incertidumbre, que desde hace 31 días no están generando ingresos.
“Estamos en una situación crítica. La pandemia es nada frente a lo que nos está pasando ahorita; hemos perdido toda nuestra mercadería, hemos perdido nuestros puestos. No tenemos cómo generar recursos para subsistir, peor para genera para una construcción”, manifiesta.
Burgoa señala que la Unidad de Proyectos Especiales (UPRE) se ha comprometido a financiar el 50% de la construcción de nuevos predios, pero son los comerciantes quienes deben pagar el resto. “Si no tenemos un puesto, no tenemos mercadería, ¿cómo vamos a acceder a un préstamo de $us 5 mil?”, se pregunta y desesperanzado completa: “no tenemos con qué garantizarnos, no tenemos crédito”.
“Las autoridades municipales nos han sacado, nos han dejado a nuestra triste suerte (…) Da rabia que las autoridades municipales nos dejen en el olvido. Da rabia, da bronca ¡da coraje!”, expresó el dirigente, que recordó que más de 1.300 familias, distribuidas en 15 asociaciones de comerciantes, han resultado damnificadas por el incendio.
Otro de los reclamos que Burgoa tiene es que a otras asociaciones les han marcado puestos un poco más grandes, de 1,50 X 1,50 m.
Todo esto ocurre en el lado que mira al tercer anillo externo. En la otra cara del mercado, la que mira al tercer anillo interno, hay comerciantes que han instalado sus puestos con estructuras metálicas, pero no tienen luz. Por ello han adquirido lámparas recargables, que cada noche cargan en sus casas para usar en sus puestos de venta al día siguiente, al menos durante dos horas.
Josefina Velásquez, secretaria de actas de la Asociación 23 de Septiembre, cuenta que han tenido que recurrir a préstamos para volver a comprar mercadería y poner las estructuras metálicas para demarcar sus puestos.
“Vinieron anoche (lunes) las autoridades a decirnos: ‘levántenlo todo, lo vamos a marcar’. Después de cuánto tiempo, desde el 31 de julio que ha sido el siniestro. Toda la noche hemos sufrido, porque estamos cuidando, no hemos dormido (…) ¿Por qué no marcaron el primer día?”, señaló Velásquez.
Ella expresa su rechazo a la medida y recuerda que siempre han sido los dirigentes de su sector quienes han medido el tamaño de los puestos y no las autoridades.
“Tenemos un usufructo por 20 años; no nos pueden atropellar las autoridades. Les agradecemos que ellos mismos nos han dado curso para el usufructo. Si no lo hubiéramos tenido, nos hubieran levantado, como a los del 8.000 (metros)”, explicó la comerciante que, junto a alrededor de 270 personas más de su asociación vieron sus puestos y mercadería calcinados.
Circulación vehicular
Las rutas que habían sido cerradas al tráfico vehicular ya están nuevamente expeditas y tanto automotores privados como públicos circulan por el tercer anillo externo e interno, si bien al menos los buses del transporte público ya lo hacían desde hace algunas semanas.
El tráfico ha vuelto a la ‘normalidad’ de la zona, a veces un poco lento, producto de la cantidad de vehículos que la transitan y los pasajeros que bajan y suben para hacer sus compras o emprender el camino de regreso a casa.
