Los pacientes sufren fallas multiorgánicas, causando la inflamación de sus órganos y corren el riesgo de fallecer. Solo en marzo, cuatro pequeños perdieron la vida, otro niño quedó con secuelas por la trombosis cerebral. Las salas de Covid están llenas

2 de mayo de 2021, 12:51 PM
2 de mayo de 2021, 12:51 PM

Entre febrero y marzo, ocho niños fueron diagnosticados con el Síndrome Inflamatorio Multisistémico Pediátrico asociado a Covid-19, todos ellos internados en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) por las fallas multiorgánicas, entre ellas complicaciones cardiacas, hepáticas, hematológicas, e incluso uno de los casos más graves con trombosis cerebral.

Este mes ninguno de los pacientes con Covid-19 presentó este síndrome, situación que pone en alerta a los médicos porque temen que durante las próximas semanas haya un pico elevado de casos.

El panorama es aún más crítico, ya que las tres salas de atención exclusivas de Covid-19 se encuentran saturadas y los más de 40 profesionales de este servicio no tienen renovados sus contratos.

La cardióloga pediátrica del Hospital de Niños, Verónica Rodríguez, indicó que las salas se encuentran llenas y prevén que luego de la ola de coronavirus en adultos, empiecen a recibir a los niños con esta enfermedad, por lo que insta a los padres de familia a extremar las medidas de bioseguridad para proteger a los pequeños.

“A veces un adulto dice que se siente bien y solo tiene tos leve, o dolor de garganta, piensa que el resto ya pasó, pero no es así, los niños pueden desarrollar un cuadro grave después de cuatro semanas por lo menos”, dijo Rivera.

Detalló que actualmente hay cerca de 30 pequeños internados con Covid-19, 17 sin complicaciones y cuatro en terapia con problemas respiratorios, teniendo solo una cama libre de este servicio.

Los síntomas que deben alertar en estos casos son los problemas gastrointestinales, dolor abdominal y fiebre elevada. “No se sabe qué niños tendrán el Síndrome, si bien la mayoría de los casos de Covid -19 son leves, pero hay un porcentaje que sí lo desarrollan. En marzo nos ha preocupado mucho por la alta mortalidad, no podemos confiarnos”, señaló.

De los seis niños que sufrieron del síndrome en marzo, cuatro fallecieron y, a diferencia del año pasado, esta vez todos han tenido falla cardiaca severa, aneurisma coronaria, insuficiencia hepática y compromiso pulmonar severo, parecido al de un adulto.

La falla multiorgánica es más severa, ya que varios especialistas tienen que evaluar al mismo tiempo al paciente y ante la falta de disponibilidad de la medicación, el tratamiento se complica, por lo que ven que los casos de la gestión pasada fueron más críticos, pero menos letales.

“El niño que ha estado más tiempo internado tenía siete años y estuvo 15 días en el hospital y los últimos pacientes tenían un cuadro febril más alto. El tiempo de evolución es variable, algunos con una semana de fiebre alta de 40 grados y otros de 24 a 48 horas, luego ocurre la falla de órganos”.

En los primeros casos que atendieron en el hospital de Niños, se trataba de solucionar la falla en el corazón, pulmón y el reumatólogo también intervenía, en cambio los ocho casos de este año, fueron más severos por ello hubo mucha mortalidad. A mediados de junio de 2019 se registró el primer caso, desafortunadamente el pequeño murió, pero los otros 14 diagnosticados con el mal sobrevivieron y no padecieron otras secuelas.

Los especialistas pensaban que la severidad de los casos era por la nueva cepa, porque el comportamiento había sido distinto y, a pesar de tener la experiencia de tratar a los pacientes, cuatro fallecieron y un niño de un año quedó con secuelas.

El pequeño hizo un tratamiento exitoso de anticoagulación y debe hacer fisioterapia porque tiene dificultad para sentarse, hablar y perdió hasta la fuerza.

“Se está haciendo el seguimiento con neurología y está medicado para episodios convulsivos, hace fisioterapias”, señaló.

Cerca del 50% de los casos se dieron en niños mayores de cinco años, el resto en pequeños de un año y solo un caso en un paciente de 15 días de vida.

Rivera explicó que el diagnóstico del Síndrome Multisistémico es difícil, por lo que deben hacerle exámenes de laboratorios para que en el menor tiempo reciba el tratamiento. Lo principal es un estudio de serología (la prueba de anticuerpos para Covid-19), y si da positivo el niño sigue corriendo riesgo.

“Las pruebas rápidas o el antígeno nasal no tienen valor absoluto en estos casos, porque se da después del periodo agudo de la enfermedad, por eso se busca la serología. Los niños que desarrollan el Síndrome, han tenido contacto con un adulto positivo por lo menos cuatro semanas antes”.

El director de éste nosocomio, José Luis Ferrufino, indicó que tanto la terapia, la sala de cuidados intermedios y medicina interna, están llenas y hay servicios que corren el riesgo de cerrar porque el Ministerio de Salud no les ha renovado sus contratos, además les deben el sueldo a 46 profesionales desde febrero.

“Desde el 7 de abril estamos solicitando la renovación de contratos, el 25 de abril se hizo la otra solicitud y no hemos tenido respuesta. En marzo se envió dos cartas de Recursos Humanos por el tema de la falta de pago y tampoco tenemos respuestas. Los han hecho trabajar al divino botón porque no hay quien responda, siempre hay un pero adelante”, reclamó Ferrufino.

En enero de este año el Ministerio de Salud entregó contratos Covid en el departamento cruceño para hospitales de tercer nivel. Este personal fue contratado solo por tres o cuatro meses dependiendo del área en la que fue destinado. Los contratos tienen vigencia hasta este mes de mayo.

Similar emergencia se replica en otros dos hospitales de tercer nivel: Japonés y San Juan de Dios, nosocomios que fueron reforzados con personal eventual en medio de la segunda ola. No pasó ni medio año y ahora el departamento enfrenta otro repunte de casos.