El 12 de mayo es el Día Mundial de las Enfermeras. Le contamos cuatro historias de mujeres que se sienten orgullosas de vestir el uniforme blanco. Inequidad salarial, estabilidad laboral, sus principales demandas

11 de mayo de 2022, 12:57 PM
11 de mayo de 2022, 12:57 PM

Durante toda la semana, las enfermeras de todo el departamento de Santa Cruz de la Sierra se reunieron en su sede donde participaron de diferentes actividades dentro del marco del festejo  por el Día Mundial de las Enfermeras y Enfermeros, que se conmemora el 12 de mayo por mandato de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Tras una pausa en la nutrida agenda, EL DEBER pudo conversar con cuatro mujeres profesionales que se sienten orgullosas de vestir el uniforme blanco. Al recordar todo lo vivido durante la pandemia del Covid-19, coinciden que vivieron momentos duros en sus puestos de trabajo pero que gracias a la pasión y entrega por su trabajo pudieron sobrellevar la situación. Perdieron a siete colegas. 

Otra fortaleza que reconocen en su gremio es el papel de sus colegas en la lucha sindical, son líderes que dan voz a sus demandas que aún siguen sin ser atendidas. Conozca a cada una de ellas.

Leonor Flores Rojas

Ella es presidenta del Colegio Departamental de Enfermeras de Santa Cruz  y docente Universitaria. Egresada de la Universidad Evangélica Boliviana hace más de 30 años, actualmente es supervisora de la Red Sur de Salud. 

Leonor es docente universitaria en salud mental y psiquiatría. “La falta de personal nos lleva a una sobrecarga laboral en los hospitales. Una enfermera debe atender a 10 pacientes como máximo, en la práctica cada una abarca a 30-35 enfermos. Nosotras tenemos títulos universitarios y no tenemos el sueldo que merecemos por nuestra formación. Tampoco tenemos estabilidad laboral”.


Maritza Peredo Becerra

Es responsable  del área de enfermería del Servicio Departamental de Salud (Sedes)​. Maritza trabajó en la epidemia del cólera en décadas pasadas en la ciudad.  “Éramos cuatro enfermeras, junto con los médicos, las que estábamos a cargo de los cuadrantes.  En esa época nuestro trabajo era hacer seguimiento a los contactos y llevarles su medicación. Los enfermos de cólera eran atendidos en el hospital San Juan de Dios, teníamos un jeep viejo que se plantaba y teníamos que empujar”, recuerda sus primeros años de servicio. Después trabajó en el desarrollo de los programas de salud en los distritos con la comunidad. Un reto fue la coordinación del Sedes.

Paola Rocío Flores Rocabado

Ella es parte del Directorio de Fesirmes (Federación de Sindicatos de Ramas Médicas en Salud Pública),  trabaja en el área de pediatría del Hospital Municipal “Plan Tres Mil”.​ “Hemos sido relegadas por las autoridades y algunas veces por nuestras colegas. De ahí es que nace la inquietud de empoderarnos como sector, nos ha costado mucho llegar hasta donde estamos. La mayoría de nosotras somos de contrato municipal, no tenemos ítems. Tenemos la mayor cantidad de afiliados al Fesirmes. Seguimos los pasos de esas líderes que nos han marcado el camino como la actual senadora de Oruro, María Vania Rocha, enfermera y docente que fue quien me inculcó la lucha sindical”.

Cristina Pairumani Pacheco

Ella es responsable del área de enfermería del Sedes, Licenciada  en enfermería con la especialidad de epidemiología. Trabaja en el Programa de Zoonosis - Rabia. “La pandemia se llevó a nuestro líder, Roberto Tórrez. En nuestra unidad nos enfermamos todos. Fue un trabajo duro por la rigurosidad que se debía cumplir en el protocolo de laboratorio, tomas de muestra y registro de datos. Nos llegaban fichas incompletas que no podíamos procesar, por eso se prolongaron las jornadas de trabajo".






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