Médicos, profesionales y trabajadores de salud han cumplido una serie de paros por distintos motivos, entre ellos el rechazo a la jubilación forzosa

20 de julio de 2024, 7:49 AM
20 de julio de 2024, 7:49 AM

La historia se repite. Este viernes los pacientes que llegaron al hospital Bajío del Oriente se vieron sorprendidos por un paro del personal que afectó la  consulta externa, mientras que los médicos y profesionales de salud amenazan con una huelga de cinco días.

Ya sea en protesta contra la jubilación forzosa, por demandas laborales o por falta de insumos y personal, los paros en el sector salud han dejado a los pacientes sin la atención que necesitan durante casi un mes en lo que va del año.

El primer semestre ha estado marcado por una serie de huelgas de los médicos, profesionales y trabajadores de la salud. Estos paros, que han variado desde uno o dos días hasta huelgas escalonadas, han sumado más de 25 días de interrupción en los servicios hospitalarios, impactando a la población. La interrupción de los servicios ha afectado al sistema de salud, desde el público hasta las cajas de seguro, el tercer nivel de atención y varios hospitales específicos.

Motivos y cronología 

El rechazo a la jubilación forzosa ha sido el principal motor detrás de las movilizaciones en el sector salud.  El 2 de febrero, la Federación de Sindicatos y Ramas Médicas de Salud Pública (Fesirmes) lideró un paro de 24 horas, seguido por un paro nacional de 48 horas los días 21 y 22 del mismo mes. Los trabajadores de salud en los hospitales de Santa Cruz también suspendieron atención el 7 y 8 de febrero, y el 18 de abril, se realizó otra huelga de 24 horas por la misma causa.

En marzo comenzó el paro nacional escalonado en todo el sistema de salud, a convocatoria Comité Nacional de Salud (Conasa) en contra de la jubilación obligatoria a los 65 años de edad. 

El 13 de marzo se acató el de 24 horas, el 3 y 4 de abril, de 48 horas; el 9, 10  y 11 de abril, de 72 horas; y desde el 17 al 20 de junio, el de 96 horas (4 días).

La atención de la Caja Nacional de Salud (CNS) también se vio afectada por demandas propias de la institución, como la renuncia del gerente y medicamentos. El 25 de abril se cumplió el paro de 24 horas y el 29, 30 y 31 de mayo, de 72 horas, convocado por la Federación de Sindicatos Médicos y Ramas Afines (Fesimras).

A esto se suman las medidas asumidas por distintos hospitales públicos, la mayoría de 24 o 48 horas. Esta semana los trabajadores del Banco Sangre suspendieron la atención el lunes y martes en rechazo al despido de personal, y el miércoles se sumaron los trabajadores de salud de todos hospitales.

Este viernes el hospital Bajío del Oriente acató un paro de 24 horas por mejores condiciones laborales y más personal de salud.

La maternidad Percy Boland, el hospital San de Dios y el Plan Tres Mil son otros de los nosocomios que se han movilizado por uno o dos días por similares demandas.

Las medidas causan el desespero de la gente que debe reprogramar sus consultas o posponer sus tratamientos. “En reiteradas oportunidades hemos dicho que, en este país, como máxima libertad de expresión puede darse el derecho a la protesta; sin embargo, ese derecho, ese ejercicio tiene límites de no perjudicar a los derechos de los demás, en este caso a los pacientes”, señaló el Defensor del Pueblo, Pedro Calisaya, durante el paro de cuatro días.

Impacto en la salud

Retraso en tratamientos: Los pacientes con condiciones crónicas o enfermedades graves pueden experimentar retrasos en sus tratamientos, lo cual puede empeorar su estado de salud.

Emergencias llenas. Los servicios de urgencias se ven sobrecargados al recibir a los pacientes de los servicios en paro, lo que puede llevar a una disminución en la calidad de atención.

Problemas en la continuidad de atención. Los pacientes que requieren seguimiento continuo pueden enfrentar dificultades para recibir la atención necesaria, lo que puede afectar negativamente su salud a largo plazo.