La firma es ilegible

29 de mayo de 2023, 19:48 PM
29 de mayo de 2023, 19:48 PM

Dan a conocer la segunda hoja de la carta que supuestamente fue hallada en la oficina de Carlos Alberto Colodro, interventor del Banco Fassil.

Me da tanta pena dejarlos… me cuesta una enormidad, pero creo que la decisión tomada es la voluntad de Dios para conmigo”, se lee el primer párrafo de la hoja.

Más adelante, la carta hace referencia a “mis tres hermosos hijos”, a “mis padres” y a “mi pareja que estuvo en las buenas y en las malas conmigo”.
El escrito también tiene un mensaje para los supuestos compañeros de trabajo.
“Dios tiene los tiempos exactos en tu vida, y este es el mío”, dice la misiva, casi al final.

Las últimas líneas están reservada para los hermanos, a quienes promete no hacerlos sufrir más.

La familia de Colodro y su abogado descartaron que la nota, cuya primera hoja se difundió el domingo, fuera escrita por él. Manifestaron que no es ni su letra ni su forma de escribir.

Además, Jorge Valda, el abogado de la familia, denunció que esa nota no hubiera sido colectada de la oficina de Colodro, pues él estuvo acompañando la investigación, “desde el primer momento, junto a la Policía y a la Fiscalía”. Cuestionó que hubiera llegado a manos del ministro de Gobierno, “de forma primicial”.

Desde esa cartera de Estado anunciaron estudios grafológicos para determinar si se trata o no de un documento escrito por Colodro.

Si se comparan las hojas que supuestamente fueron escritas por Colodro, pueden encontrarse ciertos rasgos que llaman la atención. Uno de ellos es que en los dos primeros párrafos quien escribe usa la palabra “que”; pero, a partir del tercero, ya no. En su lugar usa la letra q con una apóstrofe “q´”. La palabra también aparece abreviada como “tb.”, tal y como se acostumbra a usar en mensajes de texto enviados por celular.

Otro detalle es que, en los primeros párrafos evita separar las palabras con guiones, cuando llega al final de la línea; escribe la palabra completa en la siguiente línea. Y ello se nota porque quedan espacios en blanco al final, en el que, al menos, una sílaba de la siguiente palabra podría haberse escrito. Más adelante sí hay división de palabras.