La presidenta de la fundación reconoció las dificultades por las que atraviesan y la falta de material de bioprotección para el personal. El Estado le adeuda cuatro meses de servicio de hemodiálisis y los pacientes renales ya protestaron en la vía pública

3 de mayo de 2020, 7:39 AM
3 de mayo de 2020, 7:39 AM

Fotos: Fuad Landívar

No hace ni una semana que un grupo de pacientes que dializa protagonizó una protesta por inmediaciones de Davosan, para exigir al Gobierno nacional que cumpla con el pago a los centros de hemodiálisis que prestan el servicio a través del Programa de Salud Renal. 

Hace cuatro meses que los pagos fueron suspendidos y los enfermos temen quedarse sin el tratamiento que suple la función de sus riñones, ya que el Centro de Diálisis de Davosan está quedando sin insumos para continuar con el servicio a estos pacientes que precisan tres sesiones semanales para no poner en riesgo su salud.

Adicionalmente, este 25 de abril debía realizarse la Telemaratón, el mayor evento recaudador de la Fundación; sin embargo, la pandemia atrasó la posibilidad de generar esos ingresos. Hasta el momento no hay fecha prevista por la incertidumbre que se genera en torno a la cuarentena dinámica. La directiva estaba evaluando la posibilidad de realizar la Telemaraton de forma virtual, pero esta primera experiencia demanda ultimar detalles de logística, etc.

"Necesitamos decir que es una pena la situación crítica por la que está atravesando Davosan, que con mucho esfuerzo y sacrificio sigue trabajando, atendiendo a los pacientes trasplantados renales y a otros que tienen requerimientos de gravedad", explicó la presidenta de Davosan, Dora Luz de Dávila.

Dice que en esta época de confinamiento, por día reciben llamadas de cinco o seis personas que necesitan medicamentos para salvar sus vidas, y que la situación se les está haciendo cada vez más difícil. "Estamos viendo la manera de atender desde la farmacia haciendo turnos. Vemos que en Santa Cruz Davosan es insustituible, su necesidad de existencia es muy grande y esperamos que el pueblo entienda eso, que nos colaboren ahorita para que podamos continuar esta labor", pidió la voluntaria, cuyo trabajo este 2020 cumplió 50 años.

Adicionalmente, a los requerimientos de las enfermedades, también le toca buscar los de bioprotección para su personal. "Ya no tienen alcohol ni para la cámara de desinfección, ni ropa de bioseguridad y así aparecen trajes guardados en otras partes", cuestionó.

"Estamos cero de dinero y con mil necesidades, todo el día escriben, los más urgentes son los trasplantados, los que tienen lupus. Ya no tenemos con qué dializar, es realmente grave la situación", confesó.

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