Defensoría señala que adolescentes involucradas en la venta de brownies presuntamente con droga, son imputables

La Defensoría de la Niñez y Adolescencia se pronunció este martes después que tres adolescentes fueron sorprendidas en una unidad educativa de la capital cruceña comercializando brownies que en su interior, presuntamente, contenían marihuana.

Alexander Salazar, jefe de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, informó que las tres estudiantes tienen entre los 15 a 17 años de edad, razón por la cual son imputables ante la ley por su edad, aunque la decisión de definir su situación jurídica corresponde a un juez del menor.

Explicó que una vez tomaron conocimiento del caso, el cual fue denunciado por la directora del establecimiento educativo ubicado en el Parque Urbano, ellos actuaron de oficio y recibieron a las menores para iniciar la valoración sicológica.

Posteriormente fueron trasladadas en compañía de sus padres de familia hasta la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) para brindar su declaración informativa.

Salazar acotó que al alimento de chocolate se le tomó las muestras, a fin de que sean procesas en un laboratorio y el estudio determine si el postre contenía sustancias controladas. El examen podría salir en 24 horas.

“Esto está en manos de la Fiscalía, nosotros vamos a esperar los resultados, si en caso que fuera así (si diera positivo a marihuana) la Fiscalía seguramente hará la denuncia y nosotros nos adheriremos”, afirmó.

De acuerdo al informe que brindó la directora, son entre a 10 a 17 los estudiantes que compraron y consumieron el brownie, y luego fueron enviados a sus casas.

“Llamé a la Defensoría, sospechamos (que contiene sustancia controladas) por el precio a Bs. 15 y la reacción de la estudiante cuando se le encontró el producto, pues se puso nerviosa. Son estudiantes de secundaria, en la unidad educativa está prohibido comercializar alimentos”, expresó ante los medios.

Salazar manifestó que las tres muchachas estaban bien organizadas, ya que una preparaba el queque, la segunda comercializaba y la tercera provenía el dinero para comprar los productos.

Indicó que fruto de las entrevistas sicológicas realizadas, una de las involucradas que preparaba los brownies no contaba con la supervisión de sus padres de familia, porque su mamá trabajaba todo el día, situación que aprovechaba para cocinar el alimento.

“Instamos a los padres de familia a que estén pendientes con sus hijos, que tengan charlas para saber qué es lo que están haciendo”, dijo.