Los primeros 10 reclusos, que ostentaban el control hace años, ya han sido llevados a otras cárceles. Los 40 del grupo de Oti no volverán a este recinto

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16 de marzo de 2018, 6:00 AM
16 de marzo de 2018, 6:00 AM

El Gobierno y la Policía aseguran que con la salida de 50 reclusos que estaban en el área de régimen abierto o PC-4, vinculados a los grupos de poder que manejaron el penal años atrás y hasta el día antes de la toma de Palmasola, la era de los regentes y los responsables de seguridad de los pabellones terminó.  

“Hemos dejado la cárcel saneada. Sacamos 50 personas, 10 ya se fueron, 20 que se van a ir a distintas cárceles del país y otros 20, también miembros de la gavilla de ‘Oti’ (Víctor Hugo Escobar) disfrazados de disciplinas, van a ser dispersados. Si no pueden ser llevados a otras cárceles, se los cambiará a diferentes pabellones o en los ‘botes’.  Esos delincuentes no pueden ingresar a régimen abierto”, afirmó el comandante departamental de la Policía, Alfonso Siles. 

“Ya no pueden ingresar ese tipo de gente allí, porque se pueden reorganizar. Nunca más tiene que haber reos de disciplina o custodiada. La policía va a sentar soberanía dentro de la cárcel, tanto en la parte interna como externa, donde no vamos a permitir abusos”, recalcó el jefe policial.

A su vez el viceministro de Régimen Interior y Policía, Jose Luis Quiroga, dijo que ahora el penal cruceño, que tiene más de un tercio de la población carcelaria de Bolivia, está bajo control policial.

“Estamos descabezando estas bandas, ahora el compromiso institucional es no volver a permitir esto”, apuntó Quiroga.
Los reclusos que fueron separados del resto de la población de internos, han comenzado a ser llevados a otras cárceles.

Tarija alberga al ‘Killy’
A los cuatro reos de alta peligrosidad de Palmasola no les permiten salir afuera y están obligados a permanecer en sus celdas individuales, de 3 x 3, del pabellón de máxima seguridad construido dentro del penal de Morros Blancos, en Tarija.

Carlos García Figueredo, alias ‘Killy’; Danni Jerez Cuéllar, Luis Ernesto Heredia Moreno y Clover Saavedra Coimbra ocupan un estrecho espacio en este recinto penitenciario donde cumplen con su sentencia después de su traslado desde Santa Cruz.

Si salen de sus celdas solo pueden transitar a lo largo del pasillo de la nueva infraestructura del bloque carcelario, que tiene dos plantas y que fue inaugurado hace casi un año. 

Allí también permanecen otros 21 reos, que están por narcotráfico o cumpliendo con un castigo temporal por indisciplina.

El director de Régimen Penitenciario, Ariel Miranda, confirmó a EL DEBER que los cuatro internos de Palmasola están separados del resto de la población privada de libertad.

“No podrán hacer nada para afectar la convivencia pacífica en el penal de Morros Blancos, donde están más de 600 reos. Está bajo el control de la Policía Nacional”, explicó Miranda.

Wilfredo Espíndola, padre de un recluso que está en esa área del recinto, relató que no salen y solo pueden estar dentro de sus celdas donde también tienen un baño.

El director de Seguridad Ciudadana de la Gobernación de Tarija, Adel Vergara, indicó que pedirán al Ministerio de Gobierno que estos reos sean llevados a otros recintos penitenciarios de mayor seguridad.

Tarea pendiente

Chonchocorito
Las autoridades involucradas con la seguridad de los penales, indicaron que más adelante se trabajará en el área de máxima seguridad de Palmasola, Chonchocorito, donde hay grupos de poder que mantienen el control de los ambientes y ‘mandan’ sobre los demás reclusos.

San Pedro en La Paz
Como ocurría en régimen abierto de Palmasola, en el penal paceño de San Pedro, hay un líder que maneja la cárcel y que tiene control absoluto del reclusorio y de lo que sucede allí.

Control permanente
El Gobierno dijo que lo ocurrido en el área de régimen abierto de Palmasola, era la muestra de la forma en la que actuarán en el resto de los recintos carcelarios del país.