A la víctima de 74 años lo que le duele más no es el golpe que recibió en la cabeza, sino saber que su inquilina, a quien la considera parte de su familia, está detrás de este violento atraco

25 de mayo de 2023, 22:52 PM
25 de mayo de 2023, 22:52 PM

Una sargento de la Policía planificó un atraco a la familia que le alquilaba un cuarto en el barrio Los Ambaibos, de la Pampa de la Isla, y mandó a su pareja a ejecutarlo, un exreo que había salido de la cárcel de Palmasola hace cuatro meses.

El comandante departamental de la Policía, Erik Holguín, indicó que la uniformada identificada como Rosmery S. A. planificó este violento hecho al enterarse que el propietario de la vivienda Lorenzo V. C. (74 años), tenía 12 mil bolivianos recaudados en su tienda.

La policía implicada le prestó su arma de fuego reglamentaria a su pareja Gabriel M., a quien había conocido en Palmasola, cuando estaba desempeñaba funciones de custodio. El exrecluso quedó libre en enero y se fue a vivir con Rosmery, según indicó el comandante.

El atraco fue ejecutado el martes 23 de mayo, cuando Gabriel llegó, juntó a un cómplice que se buscó, a la tienda del hombre de la tercera edad y se hicieron pasar por clientes preguntando si vendía gas. Tras esa distracción, golpearon al vendedor con el arma y le pidieron que le entregue los 12 mil bolivianos.

Sin embargo, los atracadores solo encontraron Bs 350 que se terminaron llevando. Luego la víctima acudió a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen de la zona de Los Chacos y los efectivos realizaron un patrullaje hasta capturar al exrecluso.

El exreco terminó confesando que su pareja, la sargento Rosmery, le prestó su arma de fuego para perpetrar el atraco y está también quedó aprehendida y enfrenta un proceso penal y otro interno por la institución verde olivo.

A la víctima de 74 años lo que le duele más no es el golpe que recibió en la cabeza, sino saber que su inquilina, a quien la considera parte de su familia, está detrás de este violento atraco.

“Ella era una más de la familia aquí, se le confiaba todo. La invitábamos para que desayune con nosotros y hasta le guardábamos comida a la espera de que ella regrese del trabajo”, lamentó Lorenzo V. C.