Ciudadanos que rechazan la detención del Gobernador Luis Fernando Camacho intentaron tomar el Comando de la Policía que respondió con la fuerza para reprimir. Los uniformados también atacaron a periodistas. Hay más de una veintena de detenidos y la violencia no cesa

30 de diciembre de 2022, 23:10 PM
30 de diciembre de 2022, 23:10 PM

Este viernes, a 48 horas de la detención del Gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, los alrededores del monumento al Cristo Redentor se transformaron en campo de batalla. A los pies de la monumento religioso el fuego de llantas quemadas, el estruendo de petardos, el ir y venir de piedras por el aire transformaron a este sitio histórico de Santa Cruz en el epicentro de la furia y rechazo al accionar de la Policía y de la justicia.

Hasta anoche, los simpatizantes de la autoridad cruceña seguía enfrentándose contra la Policía. Las primeras escaramuzas comenzaron a las 16:30, cuando un grupo arrojó cohetes contra el Comando Departamental de Policía de Santa Cruz.

La autoridad cruceña fue detenida el jueves acusada de ser uno de los autores de un supuesto golpe de Estado contra el expresidente Evo Morales en el 2019. El exmandatario renunció agobiado por la convulsión social en el país que se desató tras las fallidas elecciones de ese año, que se anularon al existir indicios de fraude.

Tras su detención Camacho fue puesto delante de un juez que ordenó su reclusión preventiva en el penal de Chonchocoro en La Paz, donde permanece aislado de la población carcelería por motivos de seguridad.

Día de furia

Bajo este contexto, el mismo miércoles, día de la aprehensión, los seguidores de la autoridad se enfrentaron abiertamente con la Policía. Ese día incluso se registró la quema de las Fiscalía Departamental y otras oficinas de instituciones estatales.

Los integrantes del Comité Cívico y la Unión Juvenil fueron acusados por autoridades de gobierno por haber incitado estos hechos. Pero ambas instituciones lo negaron y señalaron que la vandalización fue realizada por gente afín al Gobierno, por lo que, según ellos, se trató de un autoatentado.

Las cosas no quedaron ahí. La ira por la detención de Camacho siguió este viernes. Un día antes los dirigentes cívicos convocaron a un paro de 24 horas exigiendo la liberación del gobernador. Hasta las 16:30 la medida de presión se vivía de forma pacífica.

En la mañana, no se registraron hechos de violencia. Pero todo cambió en la tarde. La policía reforzó sus cuadros con efectivos que llegaron desde Cochabamba para evitar que se desate la violencia.

Cuando la tarde se apagaba, la gente se concentró a los pies del Cristo Redentor con la idea de llegar hasta el Comando de la Policía, que está a solo metros del monumento. Una publicación en una página no oficial que suplanta a la Unión Juvenil Cruceñista así lo alentaba.

Fue en esos momentos cuando la chispa de la violencia se prendió. Los efectivos de la Policía no dejaron pasar al tumulto de personas que exigían la liberación de la autoridad cruceña. Con agentes químicos y perdigones, los uniformados impedían el paso de los jóvenes, entre los que se encontraban integrantes de la Unión Juvenil y personas que llegaron en motocicletas para sumarse a la refriega.


            La Policía usó agentes químicos y balines contra la población /Foto:JCT


El humo de las llantas quemadas y los gases lacrimógenos se propagaron hasta las calles adyacentes a este monumento. El fuego, la humareda negra, la explosión de los petardos y perdigones transformaron esta escultura religiosa en un campo de batalla.

En la refriega se escuchaban gritos desesperados de personas afectadas por los agentes químicos que se mezclaba con las expresiones de furia de la gente acrecentada por la desmedida actuación policial.

Las detonaciones de los petardos y los gases lacrimógenos, que salían escupidos por los escopetadas de los policías, no cesaron cuando cayó el sol y llegaba la oscuridad de la noche.

Vecinos que viven en las inmediaciones denuncia que la intervención policial sobrepasó cualquier límite. Videos reflejan a los uniformados lanzando gases a condominios, reprimiendo con gas pimienta a un grupo de personas resguardadas en una entidad bancaria o golpeando a jóvenes que eran arrestados.

La violencia no paraba, incluso algunas casas fueron afectadas por las chispas de los cohetes que volaban por el aire y que al caer en las viviendas se transformaron en fuego.

Las llamas consumieron tambien tres vehículos, que quedaron calcinados.

Detenidos y heridos

Hasta la medianoche las personas arrestadas superaba la veintena, según las imágenes que emitieron los medios, pero no existe un informe oficial. Al término de esta nota la refriega seguía por inmediaciones del Cristo y toda la zona norte.

Producto de la violencia un periodista fue herido a quemarropa por la policía. Se trata de José Enrique Tarqui, camarógrafo de Periodismo Somos Todos.

El comunicador denunció este hecho en las redes sociales. De su cuerpo, personal médico extrajo cinco balines.

No fue la única agresión contra la prensa. El equipo de prensa de Unitel, que se encontraba en las inmediaciones del Comité pro Santa Cruz, fue atacado en vivo. En grabación de ese canal, se observa a un uniformado en motocicleta disparando, a pocos metros, contra la humanidad de Roger Ramos y su camarógrafo.

Pasado las 23:00 del viernes cuando ya se cumplía el paro de 24 horas, el caos no paraba. La urbe de los anillos, que se caracteriza por su hospitalidad se transformó, en la ciudad de la furia.