Las investigaciones de las autoridades paraguayas señalan que esta banda de narcos operaba por lo menos hace ocho meses utilizando avionetas bolivianas para cargar droga de Perú y llevarla hacia Bolivia, Paraguay, Brasil, Uruguay y Argentina

7 de septiembre de 2022, 23:13 PM
7 de septiembre de 2022, 23:13 PM

A tres días del secuestro en Paraguay de la avioneta Cessna Centurión II, con matrícula boliviana CP-2769, se pronunció el director de la Dirección General de Registro, Control y Administración de Bienes Incautados (Dircabi), Sergio Espinoza, y negó haber tenido bajo su posesión a esta aeronave.

Espinoza dijo que el proceso de incautación lo realizó el Juzgado de Sentencia Décimo Primero en Materia Penal de la Capital sin la presencia física de la avioneta.

Detalló que el 3 septiembre de 2015 la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico secuestró una avioneta con matrícula peruana CP-2781 por transportar 362,6 kilos de pasta base de cocaína, que iba ser llevada del parque Madidi, del norte de La Paz, al municipio de Roboré, en Santa Cruz.


En esa ocasión, fue aprehendido el entonces capitán de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), Yimy José Urzagaste Zabala, pues según las investigaciones, introdujo la droga a Bolivia desde el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem), en plena selva peruana.

Por este hecho el exfuncionario de la FAB fue condenado a 20 años de prisión y se lo vinculó con carteles peruanos que tenían laboratorios de cristalización de droga en el norte de La Paz, Pando, Beni y Santa Cruz, de acuerdo a los informes de inteligencia.

Sin embargo, la investigación no quedó ahí, puesto que se identificó a Juan Carlos Escalane Vega como el propietario de la aeronave con matrícula peruana CP-2781 y se le inició un proceso por legitimación de ganancias ilícitas. Es así que se identificó que poseía otras dos aeronaves con matrículas CP-1642 y la CP-2769, que es la que fue secuestrada en Paraguay.

Espinoza dijo que la Fiscalía de La Paz pidió la pérdida de dominio de las aeronaves por considerar que fueron adquiridas con dinero del narcotráfico. Fue así que el 10 de agosto de 2021 el Juzgado de Sentencia Décimo Primero en Materia Penal de la Capital ordenó la incautación a favor del Estado boliviano de la aeronave con matrícula CP-2769.

Indicó que este proceso se lo realizó sin la presencia de la avioneta, por lo que nunca se ubicó a la avioneta y tampoco se realizó la entrega a los depósitos de Dircabi.

“El juez ordena al Comando General de la Policía, a la Dirección Nacional de la Felcn, a la DGAC y a la Fuerza Aérea Boliviana que se proceda a la búsqueda física de estas dos avionetas para que se haga la entrega posterior. Pero nunca estuvieron bajo posesión de Dircabi las dos aeronaves, entre ellas las que está en Paraguay”, detalló Espinoza.

Investigan otra entrega de drogas

La Policía y la Fiscalía de Paraguay investigan otra entregan de droga que realizó la banda que fue desarticulada con el decomiso de la avioneta con matrícula boliviana CP-2769 con 440 kilos de cocaína en la pista de aterrizaje denominada "Takuarembo”, ubicada en la compañía Arazape, de la ciudad de San Miguel, que pertenece al departamento paraguayo de Misiones.

Según la imputación de la Fiscalía paraguaya, a la que tuvo acceso EL DEBER, los cinco aprehendidos en este operativo son: Adolfo Osmar Sanabria Figueredo, de 38 años; Vicente Alcides Sanabria, de 49 años; Héctor Lorenzo González, de 30 años; José Abel Robalino Hakome (piloto), 29 años; y Miguel Ángel Garrido Salvatierra (copiloto), de 30 años. Estos dos últimos supuestamente son bolivianos.

Las investigaciones señalan que esta banda de narcos operaba por lo menos hace ocho meses utilizando avionetas bolivianas para cargar droga de Perú y llevarla hacia Bolivia, Paraguay, Brasil, Uruguay y Argentina.

El 1 de agosto de 2022 la Policía paraguaya logró secuestrar 461.76 de cocaína en una pista clandestina del municipio de Juan de Mena del departamento de Cordillera. En esta oportunidad los narcos escaparon en una camioneta y en una avioneta con matricula boliviana, que se presume que es la que se secuestró el 5 de septiembre en Takuarembo.

En ese último caso, según los informes de las autoridades paraguayas, la avioneta con matrícula boliviana CP-2769 cargó la droga en Perú, luego se trasladó a Bolivia a cargar combustible y después llegó a Paraguay, pero este no era el destino, pues debía ser llevada a Uruguay, donde reside la persona que sería el propietario de la aeronave.

Había otra avioneta boliviana

Cuando se realizaba aún la requisa policial a la aeronave en Takuarembo, otra avioneta boliviana aterrizó en el lugar para intentar descargar otro cargamento de droga, pero su piloto se percató del operativo e inmediatamente decoló realizando disparos a los agentes que se encontraban con los cinco detenidos del primer caso.

Fue así que el piloto boliviano José Abel Robalino Hakome fue herido de bala e internado en el Hospital del Truma en Asunción.

Horas después, la segunda avioneta, que tiene la bandera boliviana en la aleta trasera, fue encontrada incinerada en el silo de una exfábrica del municipio de San Isidro Labrador de Curuguaty, del departamento de Canindeyú.

Según los testigos, un grupo de sujetos descargaron varios bolsos, aparentemente con sustancia controladas, y huyeron a bordo de motocicletas, luego de prenderle fuego a la aeronave para no dejar pistas.

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