Los dos brasileños estarían libres y planificando los "golpes" y "negocios" del PCC desde Bolivia, según los reportes

4 de marzo de 2022, 6:50 AM
4 de marzo de 2022, 6:50 AM

Dos capos del narcotráfico que dirigen una facción del Primer Comando Capital (PCC) se encuentran libres en Bolivia, desde donde dirigen y planifican los “golpes” de la organización criminal brasileña. Esta información fue revelada por medios de Brasil, que afirman que Marcos Roberto de Almeida, de 51 años, y Valdeci Alves dos Santos, de 50 años, viven en Bolivia desde el año pasado.

Según los informes de prensa de Brasil, la máxima dirección del PCC fue desbaratada y trasladada a diferentes prisiones federales, por lo que la cabeza de esta banda recayó en Almeida y Alves, dos peligrosos delincuentes que tienen frondosos antecedentes penales en su país de origen.

El Ministerio Público y la Policía Federal consideran que Marcos Roberto de Almeida, más conocido como Africano o Tuta, es el mayor líder del PCC, además de ser designado como integrante de la célula “restringida”, que está encargada de anotar las ubicaciones de las viviendas de autoridades y policías que son blanco de posibles ataques de la organización criminal.

Según las investigaciones, los dos brasileños planifican las estrategias de los “golpes” y “negocios” que tiene la organización criminal. En mayo, la Policía descubrió que planeaban matar a tres capitanes, a un fiscal, a uno de los congresistas más votados de San Pablo y a dos exsecretarios de Estado.

Ante esta información, a mediados del año pasado se realizó un operativo policial denominado Jiboia Rota, que dio con la captura de tres sujetos, que tenían gran cantidad de droga acopiada en una vivienda, además de material relacionado con la contabilidad de la facción criminal. Los tres implicados fueron enviados a la cárcel.

Mientras que Valdeci Alves dos Santos (alias Colorido, Arcoiris o Embu), según las investigaciones de las autoridades de Brasil, es uno de los responsables de la logística para el suministro de drogas del PCC, siendo el principal negociador de cocaína con grandes proveedores de diferentes países de la región y de Europa.

Alves fue imputado en el juzgado de San Pablo por los delitos de asociación a organización criminal, blanqueo de capitales y otros. Está en la lista de los delincuentes más buscados de Brasil y es acusado de lavar más de mil millones dólares con otros compañeros de la facción criminal.