EL DEBER realizó un recorrido de el centro de la ciudad hasta el segundo anillo, en tres horarios distintos (entre las 10:30 y las 19:30). Los datos recogidos muestran el siguiente panorama

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8 de octubre de 2018, 15:37 PM
8 de octubre de 2018, 15:37 PM

En un recorrido realizado por EL DEBER, desde el centro de la ciudad hasta el segundo anillo, en tres horarios distintos (entre las 10:30 y las 19:30), se identificaron 16 puntos que permanecen ocupados por personas en situación de calle y que, en muchos casos, son también consumidoras de estupefacientes, principalmente clefa.

Este es el mapa de los 16 puntos (haz clic en la parte inferior de la foto para ver en pantalla completa).

 

Al visitar estos espacios, que son un punto ‘latente’ de inseguridad ciudadana, se pudo constatar la presencia de más de medio centenar de personas (entre adultos y menores) que han hecho de estos escenarios su casa. Sin embargo, esta cifra puede ser falsa, ya que, tomando en cuenta el testimonio de los vecinos de estas zonas, el número puede duplicarse y hasta ser el triple en determinados momentos del día.

Los testigos también coincidían en que, por lo general, las personas en situación de calle no le roban a los vecinos ni a los transeúntes de la zona donde están asentados, aunque reconocen que es común verlos drogados y peleándose entre ellos.

El recorrido también permitió observar que entre los 16 puntos que están ‘tomados’ por estas personas hay espacios, como la rotonda donde está el monumento a la Madre India, en el que los drogodependientes duermen debajo de la estatua y usan los reflectores que hay allí para que les genere calor en noches de frío.

En otros lugares, como en el cruce de la avenida Beni y el segundo anillo, los consumidores de clefa viven en un cuarto que está en un lote baldío llenó de maleza, que tiene como única protección una cerca de calaminas, que ya fue vulnerada por los drogodependientes.

Otro aspecto que llamó la atención al recorrer estos puntos es lo que se vio en el cruce del segundo anillo y la avenida Piraí, donde además de observar que los canales de desagüe están nuevamente llenos de drogodependientes, también se constató que estas personas llegan cuando cae el sol, ‘conviven’ algunos momentos con los artistas de la calle y luego ‘toman la posta’ definitivamente para adueñarse del lugar, principalmente para juntar ‘quintos’ como limpiaparabrisas. En el corazón de la ciudad, la situación cambia, ya que la mayoría cuida vehículos por la noche.

A fines de noviembre se sabrá con exactitud la cantidad de estas personas, cuando se presenten los resultados del censo, auspiciado por varias instituciones, que se realizará del 8 al 21de octubre, con la participación de 45 instituciones. La cifra estimada que se maneja es de 1.300 personas.