La artista continúa su periplo por Europa, donde estará cuatro meses exponiendo más de 100 obras. Luego del incidente en Viru Viru, donde dañaron sus cuadros, opta por mirar adelante y seguir trabajando

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19 de junio de 2022, 4:00 AM
19 de junio de 2022, 4:00 AM


Ejti Stih acaba de tensar 40 cuadros en un día. Son lienzos de grandes dimensiones, que viajaron enrollados desde Bolivia hasta Europa, donde la artista permanecerá por cuatro meses para presentar una serie de exposiciones con más de un centenar de piezas de su obra en varias ciudades de Italia, Austria y Eslovenia.

Las obras llegan en rollos y son colocadas después en los marcos, en una labor que requiere de mucha precisión y cuidado al momento de manipular las piezas.
Ese fue el cuidado que no tuvieron los funcionarios de la Fuerza Especial de Lucha contra el Narcotráfico (Felcn), que dañaron cuatro obras con un cuchillo luego de que un perro adiestrado olfateó algo irregular. El hecho ocurrió a principios de mes en el aeropuerto Viru Viru, según denunció Stih, en aquella oportunidad, en sus redes sociales.

La noticia motivó la reacción de la ciudadanía, que condenó el accionar de las autoridades y llegó a sugerir que la artista incluya en sus muestras esas obras dañadas para que se ponga en evidencia la torpeza de los encargados de revisar el equipaje en la terminal aeroportuaria boliviana. 

La sugerencia también tenía que ver con otras experiencias, ya que no es la primera vez que le ocurre algo similar a Ejti Stih y a otros artistas que han transportado sus obras fuera del país. 

“Es un trámite muy complicado, sería fantástico poner todo en un contenedor con los cuadros íntegros, pero eso implica más gastos, así que nos vemos obligados a enrollarlos, subirlos al avión y desenrollarlos al llegar, para, luego, tensarlos con bastidor y colocarlos nuevamente”, explica. 

La artista lamenta que los encargados en Bolivia no tengan el cuidado del caso cuando se trata de transportar objetos delicados, como obras de arte. 

“En otros países abren maletas, pero luego te dejan un papel en el que piden disculpas y explican las razones. Es muy difícil, en general, que las cosas lleguen sanas y salvas porque estamos a merced de esta gente”, agrega.
La pintora dice que ninguna autoridad de la Felcn se comunicó con ella para explicar el incidente con los cuadros, con excepción de funcionarios del Ministerio de Culturas, que le pidieron disculpas por lo sucedido, a través de una carta. 

“Me sorprendió, de alguna forma, todo el apoyo de la gente, yo nunca me esperaba eso. Es importante que exista una reacción de este tipo para que generemos conciencia sobre lo que está ocurriendo. Si se están sacando obras y si uno las registra en el Ministerio de Culturas, es necesario que tengamos la garantía de que nadie las va a tocar”, resalta. 

Al frente
La artista eslovena, que radica en Bolivia hace cuatro décadas, prefiere dar vuelta a la página y mirar adelante. No piensa hacer nada con las obras dañadas.

“Yo agradezco las sugerencias de la gente, pero prefiero mirar hacia adelante. Cuando viajo me interesa difundir un buen mensaje sobre Bolivia, no cabe hacer mala propaganda al país. Lo que pasó es un mal recuerdo y no tengo ninguna intención de continuar en Europa con el tema. Ya es parte del pasado”, sentencia.