El vecindario exige a la Alcaldía que no permita la construcción de casas

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30 de abril de 2017, 4:00 AM
30 de abril de 2017, 4:00 AM

La posesión del área verde del barrio Olender, de 11.000 metros cuadrados, ha enfrentado a los vecinos con la gente de la Casa del Impedido, que desde hace 34 años habita en esa manzana que fue dada por la Alcaldía en comodato. La molestia de los residentes se debe a que en la cancha de fútbol han aparecido cinco construcciones, lo que merma el espacio público.


El barrio Olender fue fundado en 1980, consta de 29 manzanas, de ellas una completa correspondía al área verde; residen en la zona 1.500 familias las cuales están pidiendo a la Alcaldía que paralice la construcción de cinco viviendas que desde febrero han comenzado a construir personas ligadas a la Casa del Impedido.


El barrio está situado en el distrito 3; colinda con la avenida Sudamericana y la radial 10, ocupando junto con la urbanización Los Penocos la UV-91-A. En el espacio público se ha construido un colegio y hay un kínder, pero debido a la inseguridad de la zona los vecinos proponen usar lo que queda del área verde en un edificio policial.

Problema
En una asamblea realizada el 23 de abril, los vecinos determinaron pedir a la Alcaldía que haga paralizar las viviendas en construcción y las haga demoler. “Sin embargo, hemos expresado nuestro apoyo a los antiguos vivientes, que son 20 y no 37”, indicó Javier Mejitarián, presidente del barrio.
“También queremos que la cancha siga funcionando, por la que los de la Casa del Impedido cobraban y nadie de los vecinos se enojaba”, acotó Alfredo Vargas.


Entre los vecinos que apoyan la devolución del espacio público están Carlos Román, Hernán Cardona, Juan José Cossío, Miguel Colque, Andrea Segovia, Lucía Rizzo, Pedro Sánchez y Carmelo Vaca. 

Lucha
Por parte de los afectados con la denuncia, está Miguel García, que es el presidente de la Casa del Impedido, y Patricia Trujillo, que es la secretaria general. Ambos se encuentran reuniendo la documentación referida al comodato, en procura de frenar la demolición de las casas en construcción.
“No estamos construyendo locales o puestos de venta, son viviendas para cinco familias que están hacinadas en los cuartos donde funcionarán los talleres de serigrafía y de costura; pues son socios que no tienen adónde ir”, indicó García.


Trujillo reveló que han presentado una demanda contra la Subalcaldía del distrito 3 y contra la junta vecinal por discriminación. “Pedimos a la Alcaldía que imite lo hecho en Cotoca, donde han aprobado una ley dando derecho propietario de los terrenos donde construirán 41 viviendas solidarias”, acotó.