Desde el Ministerio de Medio Ambiente afirman que están trabajado para abastecer a 31 comunidades con agua potable y que se ha provisto más de un millón de litros en cisternas. San Ignacio sigue sufriendo racionamiento por las noches

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25 de septiembre de 2019, 7:00 AM
25 de septiembre de 2019, 7:00 AM

Yaguarú está en emergencia por el desabastecimiento de agua. Las clases ya fueron suspendidas y en caso de no ser escuchados amenazan con protagonizar una marcha hasta Urubichá, distante a 20 kilómetros, así como con la toma de las instalaciones de la comuna, según explicó Francisco Urachianta, presidente del Concejo Municipal urubicheño y viviente de Yaguarú.

En esa población el suministro de agua se reduce a tan solo media hora al día y en algunas ocasiones la Alcaldía de Ascensión ha llegado con cisternas para paliar en algo la falta de este elemento imprescindible para la vida.

Sobre el tema, el alcalde Paúl Miki dijo que no es por voluntad propia que Yaguarú esté sufriendo por la escasez de agua, “el problema radica en la falta de presupuesto; sin embargo, ya se está acudiendo al Gobierno Departamental para que el proyecto JICA proceda con la perforación de pozos de emergencia lo más antes posible”.

Lo que el alcalde no sabe es que el Proyecto Desarrollo de Aguas Subterráneas (Proasu) que depende de la Secretaría de Medio Ambiente de la Gobernación, con el apoyo de JICA, ya tiene varios frentes que atender, especialmente en la zona de la Chiquitania, en donde están puestos sus esfuerzos desde la emergencia por incendios.

Por lo que Guarayos compartirá la atención con San Ignacio, San Rafael, San Miguel de Velasco, Concepción, San Matías, San Antonio de Lomerío, El Carmen Rivero Tórrez y Roboré (municipios de la Chiquitania) y Charagua (provincia Cordillera). A su vez, varias estancias ganaderas de la Provincia Ángel Sandóval están damnificadas por la falta de agua.

EL DEBER visitó seis estancias ganaderas: Durmi Durmi, El Carmen, Charleston, Paurito, Chicago y Las Piedritas, a 60 kilómetros de la comunidad indígena Candelaria, en el ingreso al Pantanal, donde se pudo evidenciar la sequía.

No hay agua en las estancias ganaderas, los atajados y represas están secos, así como las norias están arrojando agua; pero con sedimento. Esta es la preocupación que ha impulsado a los ganaderos y pueblo de Candelaria a llamar a una reunión de emergencia para mañana.

Perforación de pozos

Fernando Aguirre, director de Proasu, confirmó que el cronograma anual de perforación de pozos ha sufrido modificaciones por la emergencia de sequía y desastre. Se está atendiendo a los municipios de San Ignacio y Roboré y está en programación San Miguel y Concepción.

“Se ha atendido no solo perforación, también implementación de pozos”, subrayó Aguirre haciendo notar que en San Ignacio se habilitaron dos pozos que tenían sin uso y acaban de perforar dos pozos más, siendo el compromiso que sean seis en total.

“Con los cuatro pozos nuevos se va a producir más de un millón de litros día, que viene a ser el 35% del consumo diario del municipio de San Ignacio. Con eso no tendrían por qué pensar en racionamiento de agua”.

La población ignaciana ha tenido racionamiento de agua desde hace tres semanas y sigue habiendo en la actualidad, el corte se ha suspendido solo por las noches.

Por otro lado, en Roboré, se ha perforado un pozo en la Quinta División del Ejército y en breve se hará lo propio en Santiago de Chiquitos y en la comunidad Gavetitas. En cuanto a Yaguarú, en Guarayos, “ya llegó la solicitud de asistencia técnica para hacer limpieza a los pozos que ya tienen; pero que por algún motivo han bajado sus caudales.

“Vamos a ver si pueden ser rehabilitados o es que ya cumplieron su vida útil y habrá que pensar en la perforación de nuevos”, explicó Aguirre. Proasu suele recepcionar unos 100 pedidos de perforaciones de pozos al año para tener agua en diferentes rincones, muchos de ellos llegan desde la Chiquitania. “Se están dando asentamientos nuevos y eso hace que las nuevas comunidades soliciten agua potable para su consumo y es muy difí- cil dar a vasto”, manifestó Aguirre.

Para él, el asunto ha empeorado por causa del cambio climático. “Muchos municipios tienen pozos; pero si no llueve no tienen cómo recargarse”. Normalmente la perforación de un pozo, incluidos sus materiales, más la implementación con bombas sumergibles y tuberías para una red matriz cuesta entre Bs 100.000 y Bs 150.000 (según sus características puede variar).

El alcalde de San Ignacio, Moisés Salces lamentó que sigue la sequía que azota más aún a las comunidades y que los cuatro pozos hasta ahora habilitados son insuficientes, por lo que está llevando tanques y cisternas en base a cronograma.

“El único que está pendiente de nosotros es el Gobernador en tema de tanques y de forrajes”, explicó, recalcando que los alcaldes han pedido una reunión con el presidente Morales y hasta ahora no han sido atendidos.

“Se reunió con los movimientos sociales que no representan a los municipios ni saben las necesidades. Nosotros hemos hecho levantamiento en las comunidades y sabemos dónde falta agua y donde no.

Desde el Gobierno nacional En su página web el Ministerio de Medio Ambiente y Aguas ha informado que trabaja en el abastecimiento de agua potable a 31 comunidades afectadas por la sequía y los incendios en la Chiquitania. Y el ministro del área, Carlos Ortuño se trasladó desde el 23 de agosto hasta la Chiquitania cuando empezó la atención del Gobierno nacional a la emergencia por incendios.

“Esta acción se viene realizando en coordinación con las cooperativas de agua y las unidades de EPSAS correspondientemente”, dijo el Director de Agua Potable del MMAyA, Edwin Laruta.

“Este trabajo es ejecutado posterior a la realización de evaluaciones de campo e inspecciones a los sistemas de agua potable de las comunidades”.

En el informe dice que a la fecha se han distribuido mediante cisternas más de 1.196.000 litros de agua potable para consumo humano en los municipios de Roboré, El Carmen Rivero Tórrez, San Ignacio de Velasco, Concepción y San Matías.

A partir de las evaluaciones, se identificó que sólo dos sistemas de agua, que alimentan a tres comunidades del municipio de Roboré, fueron afectados por los incendios: la de Aguas Calientes, San Lorenzo Nuevo y San Lorenzo Viejo; los restantes fueron afectadas por las sequías.