Alejado de la política y dedicado de lleno a su labor empresarial, Carlos Saavedra y su hijo, Roberto, son los desarrolladores de este proyecto hotelero a inaugurarse a fines de diciembre

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19 de noviembre de 2017, 6:00 AM
19 de noviembre de 2017, 6:00 AM

Su rostro es conocido para muchos. Carlos Saavedra Bruno, que incluso llegó a ser candidato a la Vicepresidencia de Bolivia, desde hace 14 años decidió alejarse de la arena política y dedicarse en pleno a su actividad empresarial. Junto con su hijo Roberto Saavedra Rengifo, se convirtió en desarrollador del proyecto y hoy son socios de la empresa ICON S.A., propietaria del primer hotel Marriott en Bolivia. El innovador emprendimiento abrirá sus puertas a fines de diciembre, en el triángulo de oro de la zona norte de Santa Cruz de la Sierra. 

¿Por qué surgió el interés de construir un hotel de esta envergadura?
Mi hijo, Roberto Saavedra Rengifo, y yo decidimos montar una empresa de inversiones. Hace unos seis años vimos que cada vez que venía gente de afuera era difícil satisfacer la demanda hotelera. Tomamos la decisión de hacer un trabajo de consultoría para ver el mercado. Nos sugirieron que contratemos una empresa de consultoría, por lo que recurrimos a HVS, una de las compañías consultoras más importantes de EEUU. Vinieron a Bolivia, hicieron un estudio y se dieron cuenta de que había una enorme demanda hotelera. No había suficientes habitaciones en Santa Cruz para satisfacer el crecimiento ante la demanda externa e interna. El estudio de factibilidad nos mostró que había una necesidad insatisfecha.

¿Cómo nació el hotel Marriott  Santa Cruz de la Sierra y quiénes son los inversionistas?
Después de haber hecho el estudio de factibilidad, tomamos la decisión de que el proyecto tenía que ser una innovación. Creo que solo innovando podemos ir avanzando y creando algo diferente. ¿Es innovación hacer un hotel? No, porque ya hay hoteles. ¿Es innovación traer un hotel de una cadena de cinco estrellas a Santa Cruz? Sí, es una innovación. Entonces hicimos la primera tarea, convencer a Marriott de venir a Santa Cruz. Inicialmente no querían venir a Bolivia. 

Paul Adam, vicepresidente de desarrollo de Marriott Internacional, nos indicó que Bolivia no estaba dentro de sus políticas debido a que estaban creciendo mucho en Perú, Colombia, en el Caribe y México. Que Bolivia, Paraguay y otros países de la región no eran de su interés. Sin embargo, después de seis meses de persistir, finalmente convencimos a Adam de que venga a Santa Cruz y quedó encantado con la región por su potencial. En 24 horas decidió que Marriott entraría a Bolivia.

¿Cuál fue el segundo paso?
La innovación era fundamental para traer un hotel cinco estrellas del estándar como Marriott, que hoy es una de las cadenas más grandes del mundo. Es así que el segundo paso fue contratar una empresa que nos  haga el proyecto, recurrimos a la compañía de Chicago VOA Architects, porque nos aconsejaron que tenía que ser una firma de afuera, no porque no existan arquitectos de gran capacidad y creatividad en el país, sino que las exigencias de Marriott eran extremadamente fuertes e iba a tomar mucho tiempo elaborar el proyecto. VOA lo hizo en menos de nueve meses. La contraparte, el grupo de arquitectos de la empresa Tempo, de Santa Cruz, trabajó con ellos y tuvimos el proyecto en un tiempo muy corto.

¿Cuántos socios son y de dónde proviene el financiamiento?
Este proyecto no hubiese sido posible si no conseguíamos estos socios. El primer socio fue Gonzalo Montenegro, le hablé sobre la posibilidad de entrar, lo analizó y le gustó la idea. El segundo fue Fernando Delius, a quien también le entusiasmó la idea, y el tercero en entrar fue David Gonzales, el dueño de la importadora Monterrey. Roberto Saavedra y yo, junto con los otros socios, pusimos 16 millones de dólares.

Sin embargo, hubo un incremento de capital y entró como accionista Nancy de Gonzales y, finalmente, la cifra ascendió a $us 21,5 millones de aporte propio desembolsado. Como desarrolladores del proyecto, Roberto y yo hicimos el estudio de factibilidad con VOA, conseguimos el financiamiento de la CAF y del IFC (Corporación Financiera Internacional), ente privado del Banco Mundial, y cuando tuvimos todo, conseguimos estos excelentes socios que sin ellos no hubiera sido posible el proyecto, porque el monto de inversión exigido era muy alto. 

¿A cuánto asciende la inversión total en el proyecto?
Fue más de lo que creíamos. Pensamos que iba a ser alrededor de unos $us 35 millones, pero por las exigencias del proyecto y de Marriott, porque nos entusiasmamos y por la calidad de los materiales, hoy es de $us 45,2 millones. Debo aclarar que lo que iba a financiar la CAF y la IFC lo está financiando el Banco Bisa de Bolivia, porque vino y nos dijo que nos prestaba ese dinero en bolivianos y a una buena tasa de interés. Junto con Patricia Delius, gerenta general de ICON S.A logramos cambiar el financiamiento externo por uno con la banca local. El Bisa nos financió con $us 23,7 millones. Su vicepresidente, Miguel Navarro, fue pieza importante así como todo el equipo del banco para financiar este proyecto.

En un terreno que no es muy extenso se logró construir una infraestructura de vanguardia. ¿Cómo lo lograron?
Contratamos al grupo de arquitectos VOA porque las exigencias de Marriott eran grandes. Viajamos a Chicago, es una empresa con 300 arquitectos, ha construido hoteles en Dubái, Shanghái, EEUU, en muchas partes del mundo, e hizo este proyecto en Santa Cruz de la Sierra en 3.000 metros cuadrados de terreno. Es un edificio que uno queda sorprendido por su belleza, capacidad y tamaño. Son poco más de 20.000 metros cuadrados construidos, incluyendo el parqueo y las áreas comunes. 

Marriott llega con un concepto diferente en hotelería, no solo dirigido a satisfacer la demanda de los huéspedes, sino también del público local. ¿Nos puede explicar?
Además de sus huéspedes, que toman desayuno, almuerzan muchas veces en el hotel, pero pocas veces cenan porque quieren salir a conocer la ciudad, toda la hotelería necesita atraer gente del medio, de la ciudad hacia al hotel, fundamentalmente al mediodía y en la noche.

Marriott ha cambiado su estrategia en los últimos años y quiere aumentar el ingreso por restaurante, fiestas, todo lo que ellos llaman alimentos y bebidas. Entonces, el hotel tiene un área enorme para atraer a la población de Santa Cruz, de Bolivia, para visitar y compartir en el hotel.

Va a ser muy grande el área común, el lobby es enorme, el salón de fiestas también, el restaurante en el cuarto piso y la piscina son muy espaciosos. El objetivo no es solo atender a los huéspedes, sino también a la demanda que pueda haber en Santa Cruz y que va creciendo, porque cada vez se abren más restaurantes, más bares, y Marriott será un punto de referencia muy importante.

¿Considera que tener un Marriott en Santa Cruz será un sello importante no solo para el sector hotelero, sino también para la imagen de la ciudad y del país?
El que haya un Marriott en Santa Cruz de la Sierra yo creo que es una contribución a la ciudad. Recuerdo que cuando surgió la idea de hacer el hotel, lo primero que hice fue hablar con (el alcalde) Percy Fernández. Nos fuimos con Paul Adam, vicepresidente de desarrollo de Marriott Internacional. Quedamos en estar 20 minutos con Percy, pero estuvimos tres horas hablando sobre el desarrollo de Santa Cruz, la importancia de tener no solo un hotel, sino sobre nuevos proyectos para que venga gente de otra parte, para que se hagan conferencias internacionales, en fin, este hotel es una contribución al embellecimiento de la ciudad.
Marriott nos dijo una cosa: “Aquí van a venir muchas de las grandes cadenas hoteleras de cinco estrellas: Sheraton, Hyatt...”, porque esta es definitivamente una región con un potencial hotelero inmenso. No estoy hablando de hoteles cuatro estrellas, ellos me dicen que van a venir hoteles a competir con el Marriott, unos tres o cuatro, en los próximos años. La gran ventaja es que estamos unos cuatro a cinco años más adelantados.

¿Cuál es la relación de Marriott y de los accionistas en la administración del hotel?
Otra de las grandes innovaciones y características del grupo es que no solo se firmó un contrato de franquicia, sino de operación. Esto quiere decir que los socios no participan de la operación del hotel, no nombran al equipo ejecutivo ni designan a ninguna persona. Es Marriott el que se encarga de toda la operación. 

Su experiencia, su sistema de reservas, de ocupar con el mayor porcentaje el hotel, su sistema de fiestas y restaurantes para traer lo mejor, todo está en manos de la cadena. La operación es de Marriott, los directores son solo directores. Marriott rinde cuentas y da los resultados. 

¿Cuál es la visión que tienen de la competencia hotelera en la capital cruceña?
Actualmente tenemos grandes hoteles en Santa Cruz. Nos traen una inmensa alegría Los Tajibos, el Camino Real, el Buganvillas, estoy hablando de los cinco estrellas. Creemos que con Marriott vamos a competir, que tenemos una excelente calidad para hacerlo, veremos lo que dicen los huéspedes quienes son finalmente los que da su opinión sobre la calidad. Los socios se darán cuenta de que se tiene una oferta excelente, equivalente a un hotel que puede estar en Miami, en Buenos Aires, en Lima o Perú, esa es la categoría.

Un hotel construido con paneles, sin uso de ladrillos

El hotel Marriott Santa Cruz de la Sierra es el primer edificio en la capital cruceña en ser construido con base a drywall o paneles, sin el uso de ladrillos, según explica el presidente ejecutivo del directorio de la empresa ICON S.A., propietaria del emprendimiento. 

“La normativa Marriott exigió ciertas características, este es el primer edificio en Santa Cruz con drywall; es decir, en lugar de utilizar ladrillos se usan paneles y todo el hotel está hecho con paneles, eso ha significado ahorro en tiempo, mayor calidad e innovación total por las características del drywall. Es un material especial contra ruidos, contra incendios, contra la humedad y es un drywall divisorio”, dijo. 

Saavedra Bruno también destaca el sistema de aire acondicionado. “Creíamos que el que más había costado en Bolivia era un aire de $us 1,5 millones (instalado) en el Ventura Mall, pero este costó $us 3 millones. Por la exigencia de Marriott, tiene que ser full aire”, explica.

“Otra novedad de esta obra es que los baños no se hicieron en el hotel, sino en una fábrica cerca del aeropuerto Viru Viru, y fueron traídos listos con baños, tazas, duchas, espejos, focos, con todo, e instalados directamente en el lugar que les correspondía en el hotel”, agregó.

Salones automatizados
Los salones de fiesta cuentan con enormes paneles instalados que son dirigidos desde un sistema automático para deslizarse y dividir el espacio de acuerdo a las necesidades. “Se divide en dos o tres de forma automática; cuando se tienen conferencias de empresas, los proyectores suben y bajan de forma automática, así como la tela donde se va a proyectar, hay traducción simultánea. Es un hotel con características para recibir convenciones, seminarios muy grandes, conferencias de organismos internacionales que a veces no se hacen en Santa Cruz por falta de hotelería”, aseguró el empresario.
Además, Saavedra dijo que el hotel contará con un chef traído de Perú, que le dará su toque especial al restaurante que atenderá en el lobby.