El Sedes se movió para conseguir una cama hospitalaria para Jhoselyn y continuará apoyándola

Encontrar a Jhoselyn Pemintel, que padece de tuberculosis y necesita ser internada en un hospital de tercer nivel, no fue fácil para el Sedes, que el sábado 12 recorrió la ciudad hasta dar con la casa donde está alojada y así poder trasladarla en ambulancia hasta un centro de salud de segundo nivel.

Jorge Quiroz, coordinador de Redes Urbanas de Salud, del Sedes, cuenta que se movilizó a muchas personas de la Secretaría de Salud de la Gobernación para darle a Jhoselyn la posibilidad de recibir la atención médica que requiere. Así, lograron conseguir un espacio en cuidados intermedios, en la que podría contar con soporte de oxígeno permanente para ella, en el hospital Los Pocitos del Plan 3.000.

De acuerdo con los informes que recibió Quiroz del director del hospital, durante la entrevista rutinaria que se efectúa en triaje, para realizar la historia clínica y el llenado epidemiológico de los pacientes, Jhoselyn se habría mostrado irritada, molesta y reticente a responder cuando el médico que la recibió, le preguntó sobre un posible consumo de sustancias controladas.

Tanto Jhoselyn, como María Eugenia Rivas, quien la acogió y le da cuidados, negaron que esta situación ocurriera en la actualidad, aunque no escondieron que alguna vez sí consumió. Quiroz anunció que este lunes se conocerán los resultados de los análisis laboratoriales y se sabrá si, efectivamente, Jhoselyn ha consumido algún tipo de sustancia controlada.

Jhoselyn continuó recibiendo atención y permaneció en triaje. Los reportes del hospital también dan cuenta de que ella habría salido ‘en plan de fuga’ del hospital, pero que la Policía que resguarda el hospital la habría llevado de vuelta. Por la mañana del domingo 13, Jhoselyn solicitó su alta y salió del hospital.

Quiroz no se refirió con respecto a los supuestos malos tratos que tanto Jhoselyn, como María Eugenia, relataron.

El responsable de redes de salud indica que, cuando ocurre la figura del alta solicitada, el paciente asume toda la responsabilidad porque está negándose a un tratamiento que necesita para resguardar su estado de salud. 

Sin embargo, refiere que es común que enfermos con tuberculosis u otras dolencias transitorias, sean susceptibles al trato con los demás, pero también explica que, para la atención de pacientes con tuberculosis, el protocolo de bioseguridad indica que debe estar en aislamiento para cortar la cadena de infección, y que a veces eso choca al paciente afectado. El programa de Tuberculosis y VIH del Sedes tiene el soporte psicológico para ayudar a estos pacientes y abrirse a recibir el tratamiento, señala el médico.

Jhoselyn tiene cita con el neumólogo en el hospital San Juan de Dios este martes 15; dado su historial, lo más seguro es que la internen, de acuerdo con el galeno.

“Pese a que la paciente ha pedido su alta, no quiere decir que nosotros, como personal de salud, la dejemos a su suerte (…) No tengan duda que, en todo lo que nos compete a nosotros, trataremos de dar la mejor atención posible”, se compromete Quiroz.