Uno de los uniformados puede perder la vista en uno de sus ojos debido a las agresiones. La Policía detuvo alrededor de 17 personas

14 de noviembre de 2021, 9:30 AM
14 de noviembre de 2021, 9:30 AM

La zona de La Campana en el Plan 3.000 se convirtió este sábado prácticamente en una zona de guerra entre personas que acataban el paro nacional y grupos que están en contra. Desde el mediodía de ayer se registraron fuertes enfrentamientos, en los que cohetazos, piedrazos y palazos fueron una constante.   

La Policía intervino para calmar la situación, algo que se mantuvo un par de horas. No obstante, los hechos violentos se reavivaron con mayor intensidad en la noche.    

El coronel Erick Holguín, responsable del Comando de la Policía del Plan 3.000, informó que fruto de los enfrentamientos 10 efectivos resultaron heridos. Uno de los uniformados resultó seriamente herido en uno de sus ojos, por lo que será intervenido quirúrgicamente en las próximas horas. Existen posibilidades de que pierda la visión.

Holguín señaló que, de acuerdo con información que han recabado, los causantes de los enfrentamientos son grupos de personas trasladadas de otros sitios, las cuales se encontraban en estado de ebriedad e influencia de sustancias controladas.

Los aprehendidos que tenemos (alrededor de 17) son personas de condición humilde que tenían en su poder un arsenal de petardos que nunca había visto en mi vida. Incluso contaban con fuegos pirotécnicos de los que se usan en Navidad o Año Nuevo. Los gastaban con facilidad”, explicó Holguín, a tiempo de señalar que estas personas tendrán que explicar ante el Ministerio Público quien los trasladó y les entregó las pausas para causar los enfrentamientos.

La Policía imputará a los aprehendidos por lesiones graves y gravísimas, organización criminal y daño a bienes del Estado, ya que varios vehículos policiales sufrieron daños durante los enfrentamientos.

La Policía se mantendrá en la zona resguardando la seguridad de los vecinos, quienes han manifestado su molestia porque los enfrentamientos no los dejan dormir ni estar tranquilos desde hace cinco días. Por esto, exigen que se frenen los hechos violentos.