Hay un aumento de más de Bs 2 millones por cambios técnicos en infraestructura e iluminación. La obra tiene un 40% de avance. Se dejó para inicios del próximo año la licitación de accesos en ambos municipios

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30 de noviembre de 2020, 12:47 PM
30 de noviembre de 2020, 12:47 PM

La pandemia también tiene su efecto en las obras de la capital cruceña y postergó la entrega del puente paralelo al Mario Foianini, que une Santa Cruz de la Sierra con Porongo, por la zona del Urubó.

Las autoridades hicieron conocer que se modificó el calendario de ejecución y ahora se prevé la entrega de este puente para noviembre de 2021.

En septiembre del 2019, pocas semanas antes del inicio de los trabajos, el secretario general de la Gobernación cruceña, Roly Aguilera, anunció que se contemplaron 20 meses de plazo de ejecución, es decir, la obra estaría concluida en mayo del 2021, aunque entonces se hablaba de posibles contratiempos que podrían extenderla hasta septiembre.

Esta obra también sufrió modificaciones en los costos. Debido a un cambio de requerimiento técnico -el proyecto contemplaba 30 pilotes, pero ya se instalaron 34- hubo un incremento de Bs 2,7 millones, con esto el componente destinado al costo de la  infraestructura pasó de Bs 53.561.829 a Bs 56.265.230. Además, en la iluminación del puente, por otro ajuste, hubo una variación menor a medio millón de bolivianos, con lo que se pasó de Bs 1.800.000 a Bs 2.032.000.

Cambios en los plazos

En estos días se ejecuta la superestructura, después la plataforma, es decir la parte más visible del puente. En la actualidad, la obra en total cuenta con el 39,6% de avance físico.

Desde la empresa El Ceibo, encargada de la ejecución de la obra, confirmaron que se solicitó la modificación de calendario como compensación de factores externos. El ingeniero Joaquín Arce indicó que hace dos meses se aprobó un nuevo calendario por eventos adversos, como la cuarentena por la pandemia de coronavirus, los 21 días de paro y el periodo de lluvias. En total se recorrió el cronograma 168 días. 

La fecha inicial de entrega estaba prevista para el 24 de mayo del 2021, ahora se estableció para el 8 de noviembre de ese mismo año.

El secretario de Obras Públicas de la Gobernación cruceña, Hugo Sosa, confirmó que se fijó la conclusión para noviembre del próximo año, aunque remarcó que se están haciendo esfuerzos para que en mayo se tenga todo concluido, como se contempló inicialmente.

Sosa remarcó que la modificación en el cronograma, que calificó como compensación de eventos adversos, no implica una variación en el monto inicial del proyecto. Además, remarcó que se está avanzando a buen ritmo.

La reprogramación de fechas igual afectó a la licitación de la construcción de los accesos para ambos municipios. Inicialmente estaba prevista que se lance en este mes. Sin embargo, se postergó un tiempo más.

Sosa explicó que cuando se active el presupuesto del 2021 se hará la licitación de los accesos que se construirán de forma simultánea en ambos municipios.

“Por la pandemia y por los distintos motivos de atraso, uno de ellos el climático, lo hemos retrasado cuatro meses”, agregó.

El puente está a aproximadamente dos metros del actual y ambos conforman la primera ruta departamental. Una vez concluido el nuevo puente, en cuanto a funcionamiento, se unirá al actual, pues uno será carril de ida y el otro de vuelta.

Variación de costo

El presupuesto para la obra se subdivide por componentes. El primero es la estructura del puente, el precio es Bs 56.265.230, que incluye los Bs 2 millones adicionados recientemente. El segundo, es la supervisión técnica por Bs 4.044.101, sin variación; y el tercer componente es iluminación por Bs 2.032.000, en este ya se incluye el incremento. 

A todo esto, se aumenta Bs 20.000.000, que será el costo de los accesos para ambos municipios. La inversión total de la obra ascenderá a cerca de Bs 83 millones.

Sosa explicó que el incremento de Bs 2 millones en el costo de la estructura se debe a que se realizaron nuevos estudios técnicos y se determinó aumentar cuatro pilotes para darle mayor seguridad y estabilidad al puente.

“Los nuevos cálculos realizados alertaron que tal vez podríamos tener problemas si se mantenía el cálculo inicial del proyecto. El puente viejo tiene seis pilotes a 32 metros y, a través de nueva tecnología que se aplicó, se dio como resultado que el nuevo necesitaba un mayor diámetro de los pilotes, pues las vías son más anchas, por lo que tendría que soportar mayor peso”, sostuvo.

En cuanto al sistema de iluminación, el incremento es porque el proyecto inicial contemplaba postes solo en un lado del puente y en una nueva evaluación se determinó que esto sería insuficiente, por lo que se cambiaron los postes, ahora serán de doble brazo y estarán al centro de los carriles para iluminar ambos lados.

Sosa remarcó que este componente contempla un sistema solar en ambas vías y se tiene que terminar en enero de 2021.

El puente en construcción tendrá 420 metros de longitud, 11 metros de ancho y funcionará con dos carriles de 3,15 metros, una ciclovía de 2,60 metros, además de una acera de 1,50 metros.

Persiste el caos vehicular

De acuerdo a estudios de la Gobernación cruceña por el actual puente del Urubó transitan por día 11.000 vehículos de ida y 11.000 de vuelta, pero con el funcionamiento del puente paralelo se proyecta distribuir el tráfico al 50% en cada puente, evitando así el caos vehicular.

“Si usted antes demoraba 10 minutos con el nuevo puente demorará solo cinco minutos. En la actualidad solo se tiene conflicto en las horas pico”, remarcó Sosa.

Por su parte, los vecinos del Urubó mantienen su reclamo por la congestión vehicular, que aseguran no disminuyó en estos meses sin clases escolares y con restricciones por la pandemia.

Vanina Montemuro, de la Plataforma ciudadana Vecinos Unidos por Porongo, considera que del 100% del flujo habitual un 20% se redujo por los alumnos que no están yendo a clases y otro 10 % por personas que están trabajando desde su casa, pero el 70% del tráfico se mantiene y congestiona la zona.

Algo redujo el tráfico, pero no se puede decir que los vecinos transitamos tranquilos. Todos aún deben tomar sus previsiones porque en hora pico avanza lento y nos exponemos a que haya cualquier desperfecto mecánico de un vehículo que obstruye el paso. Esto es casi regular y podemos demorar hasta media hora”, sostuvo.

Montemuro remarcó que pese a la pandemia, en especial los fines de semanas, el municipio de Porongo tiene bastantes visitantes, lo que congestiona aún más el tráfico.

“En los fines de semana se tiene la misma demanda que en otros meses, por eso es muy moroso transitar. Cuando esté el puente Metropolitano, ese día ese puente va a llegar al 50% de su capacidad”, vaticinó.

Un tema que aún no está definido en la zona es la construcción de un paso a desnivel en el cuarto anillo de lado de Santa Cruz de la Sierra. Sosa ratificó que de acuerdo a las proyecciones de tráfico en la zona no se necesita un paso a desnivel. Aunque aclaró que sí se necesitan obras de ingeniería vial para evitar la congestión.

Remarcó que con la aprobación del puente Urubó Village, se redistribuirá el tráfico y no se requerirá pasos a desnivel.








Puente gemelo en construcción sobre el Urubó /Fotos: Fuad Landívar

Mantenimiento al actual

Sosa anunció que después de que esté en funcionamiento el puente paralelo se interrumpirá la circulación en el actual, debido a que estará en mantenimiento.

Hace casi tres años la Alcaldía cruceña realizó el mismo trabajo en el actual puente, luego de reclamos por el desnivel en las conexiones de la plataforma.

Puente Urubó Village 

Los directivos de Urubó Village solicitaron licencia ambiental para su proyecto de puente, según se confirmó desde la Gobernación Cruceña.

Esta obra tendría conexión, del lado de Santa Cruz, con el cuarto anillo de la Roca y Coronado. El puente, que sería el tercero de la zona, cuenta con el visto bueno tanto de la Alcaldía cruceña como de la porongueña. La primera, luego de oponerse en reiteradas ocasiones a la obra, de forma sorpresiva en septiembre de este año anunció que daba luz verde al proyecto como parte de la reactivación económica tras la pandemia.

La obra, aunque está en un espacio público y será de libre acceso, será financiada en un 100% por la empresa Urubó Village SA que impulsa proyectos inmobiliarios en el lado del Urubó.

Se tiene previsto que los trabajos comiencen en marzo del 2021. La ejecución se podría extender hasta inicios del 2023.

Desde la empresa Urubó Village indicaron que aún se debe concluir con los trámites administrativos, como la selección de la empresa o consorcio que construirá.

El diseño del puente ha sido adecuado a las resoluciones de las comisiones de especialistas que la Alcaldía de Santa Cruz organizó hace dos años, las cuales establecieron que no debe afectar la llanura de inundación; con un mínimo impacto ambiental que sea mitigable”, remarcaron desde la empresa.

Los ambientalistas están en alerta por temor a que la construcción del nuevo puente afecte a los árboles en la zona de protección. En respuesta, desde la empresa remarcaron que el proyecto no afectará árboles del Cordón Ecológico.