Suspendieron congresos académicos, conciertos y en algunos casos, quedaron sin una parte de sus ingresos.

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25 de marzo de 2020, 8:03 AM
25 de marzo de 2020, 8:03 AM

El cantautor Luis Gamarra ha quedado sin trabajo. Además de haber creado canciones virales, es un apasionado por los restaurantes. En Boston, donde reside, es manager de Barcelona Restaurant. Después de Nueva York y San Francisco, Boston es una de las ciudades más afectadas por el coronavirus en Estados Unidos. 

El restaurante está cerrado hace más de diez días y permanecerá así más de un mes. Junto a otras cien personas que trabajan en el lugar, Luis ha quedado sin poder trabajar. Tampoco puede ir al gimnasio, como hacía diariamente. Su solución: establecer un horario de rutina

Decidió darse el gusto y dormir una hora más, así que le levanta a las 9 y no a las 8 de la mañana. Después del desayuno lee sobre inversiones en bienes raíces hasta las 13:00. Almuerza y luego llama a sus familiares y amigos "para tener contacto social y aprovechar que todos tenemos un poco más de tiempo". De 14:00 a 15:00 ve un episodio de Grey´s Anatomy en Netflix. A las 15:00 vuelve a leer hasta las 17:00 pm un libro titulado Cash Flow de Robert Kiyosaki. Merienda a las 17:00 y luego toca su guitarra, canta y se relaja. A las 19:00 cena y luego queda libre. 

VECINOS RUIDOSOS

Los contratos del humorista Raúl Mamani están suspendidos. "Felizmente tenemos el hábito de ahorrar, así que esto no nos está causando ansiedad, aunque hay recursos que se van a perder para siempre", dice. Cuando se podía salir por algunas horas, era el único que lo hacía. Al volver a la casa se desinfectaba o duchaba antes de entrar en contacto con la familia. Se mantienen informados pero solo por medios serios, porque han visto que estos días circula demasiada información falsa sobre la pandemia. 

La parte desagradable de este tiempo es que algunos vecinos comenzaron a hacer fiestas y a subir el volumen de la música. 

TODO DETENIDO

Un proyecto audiovisual que está realizando Alejandro Fuentes, organizador del Fenavid, ha quedado paralizado. Dice que una forma de aprovechar este tiempo es entender por qué los adolescentes prefieren ciertos contenidos en YouTube y por qué los atraen los videojuegos. 

UNA RUTINA PAPÁ-HIJO

Rubens Barbery, Premio Nacional de Gestión Cultural, junto a su equipo, trabajan desde casa y se conectan on line si es necesario. "Estamos trabajando por productos concretos", cuenta. 

La rutina más compleja fue aprender a pasar clases virtuales con su hijo de siete años. Su colegio ha brindado esa posibilidad. La escuela de futbol JMP les proporcionan rutinas diarias de ejercicios que se pueden hacer desde casa para no perder la disciplina deportiva y seguir entrenando.

"Se suspendieron las reuniones familiares y las abuelas están sin contacto físico con ninguno de los nietos o hijos", cuenta.

MENOS CONGRESOS, MÁS YOGA

La poeta, educadora y doctoranda en educación Claudia Vaca vive en Chile. Aumentó sus horas de meditación y estiramiento. También le pone más cúrcuma y jengibre al mate, para fortalecer sus defensas. Continúa con el formato de teletrabajo con sus estudiantes de pregrado y sigue investigando para su trabajo doctoral.

Su esposa, Veranika Lis, es entrenadora en meditación, así que realiza videollamadas con sus sobrinos y utiliza la plataforma zoom para darles algunas clases. Veranika da clases de ruso e inglés on line y atiende a dos pacientes con coaching. Por la tarde investiga sobre nutriciòn y desintoxicación del cuerpo. 

​"Podemos ver este tiempo como una especie de retiro espiritual planetario. Aprendamos de los niños de la sabiduría con la que vienen al mundo"

Varios congresos científicos se han cancelado y en abril, Claudia no viajará como estaba previsto. "Se está planificando online el formato de un congreso. Me parece que el reto de este tiempo que vivimos es la higiene mental y el reseteo de hábitos, la autoobservación de nuestra rutina. Es un retiro para replantearnos cómo seguiremos viviendo. Podemos ver este tiempo como una especie de retiro espiritual planetario para mirar qué hábitos y legado espiritual cultural le dejamos a los niños o mejor aún...es un tiempo para mirarlos y aprender de ellos y de la sabiduría con la que vienen al mundo".

SIN CONCIERTOS HASTA MAYO 

La investigadora y concertista Karin Cuéllar ha sentido que su vida fue afectada drásticamente. En abril tenía que tocar en el Festival Internacional de Música Sacra en Quito (Ecuador) y en el Festival de Música Barroca de Chiquitos, y ambos cancelaron. La universidad donde está haciendo su doctorado en Montreal, (McGill University) decidió cerrar y terminar el año académico, como lo hicieron todas universidades y conservatorios de Canadá y Estados Unidos.

Todos sus conciertos hasta mayo han sido cancelados. "Para alguien que vive de tocar en conciertos y está acostumbrada a correr de un lado a otro por ensayos y giras, esta vacación impuesta me trae emociones encontradas". Sí, disfruta descansar y mirar la televisión, que no veía hace meses, pero el impacto financiero será considerable, como para otros artistas. Por ahora se mantiene positiva y retomó actividades que por falta de tiempo no hacía: hornea, hacer su propia leche de nueces, disfruta del final del invierno canadiense con largas caminatas en el bosque cubierto de nieve y disfruta de England, England, la novela satírica de Julian Barnes. 

En resumen, todos establecieron una nueva rutina. Ah, la novela de Barnes describe un mundo distópico y absurdo. 


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