El comandante de Bomberos voluntarios destaca que la preparación vale más que la voluntad para ser una buena ayuda en un incendio forestal 

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10 de septiembre de 2019, 11:46 AM
10 de septiembre de 2019, 11:46 AM

Álvaro Castillo, comandante de Bomberos voluntarios, explicó en EL DEBER Radio los riesgos que se tienen al momento de enfrentar una emergencia por incendios forestales y lo importante que es tener una capacitación previa, que no se basa solo en charlas de un día, sino en cursos que llevan meses de duración, además de tener una buena condición física.

En el caso del fuego generado en la Chiquitania considera que hubo una especie de "psicosis" que originó que muchas personas -con una voluntad enorme- acudieran a los municipios afectados para ayudar en las tareas de apagado, muchas veces, sin tomar en cuenta la dimensión del problema que estaban por enfrentar.

En ocasiones, si se está en la línea de fuego explicó Castillo, se tiene una sensación térmica que van desde los 70 ºC hasta los 100ºC, condiciones que los bomberos forestales deben conocer.

"Algunas instituciones han cometido el grueso error de dar charlas en horas y hacerles creer (a los voluntarios) que con esos cursos son bomberos forestales y no es así, la preparación debe ser más técnica y científica y eso no se hace en un día, son meses de preparación, con actividad física incluída, además del conocimiento del mantenimiento de las herramientas que se usan", dijo Castillo a EL DEBER Radio.

Otro punto a ser tomado en cuenta para no exponer la vida es saber reconocer cuando se tiene una deshidratación aguda, se deben saber los síntomas de una intoxicación por monóxido de carbono, "retirarnos de la zona, buscar alternativas, esto al margen de los riesgos propios del incendio como el humo y los árboles que quedan pendientes, porque en cualquier momento pueden colapsar en medio del grupo de trabajo", enfatizó.

Las recomendaciones de Castillo se hicieron principalmente para que los voluntarios conozcan de los riesgos que se asumen al momento de incursionar en una zona en la que hay fuego.