Está sindicada de negociar cargos de notarías de fe pública con el extitular de justicia, Zenón Rodríguez, que está preso con detención preventiva en Palmasola. Tenía en su poder $us 20.000

9 de octubre de 2020, 11:32 AM
9 de octubre de 2020, 11:32 AM

La Fiscalía Anticorrupción, a la cabeza de Rose María Barrientos Ruiz, ejecutó la mañana de este viernes un allanamiento en un inmueble ubicado en la zona de la avenida Piraí, entre cuarto y quinto anillo.

La casa donde ingresaron agentes de la Unidad Anticorrupción de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Corrupción (Felcc) y la fiscal Barrientos, es de propiedad de la presidenta del Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq), Ana Susana Larrea Stacher.

Ella fue aprehendida como parte de la investigación que se inició en los primeros días de agosto y que derivó en la detención del expresidente del Tribunal Departamental de Justicia, Zenón Rodríguez. 

La exautoridad judicial es sindicada de haber negociado cargos de notarías de fe pública, por pagos que oscilaban entre $us 3.000 y 6.000.

La vinculación de la presidenta del Conamaq con este caso, se presume porque ella sería la persona con la que se escucha conversar a Rodríguez, en audios donde se habla de cómo y a quiénes se les cobraría el dinero por algunas de las notarías de fe pública en los municipios de Santa Cruz, Montero y Warnes. 

La mujer debe ofrecer su declaración informativa en las siguientes horas por el delito de cohecho activo, por el que el Ministerio Público la sindica de forma provisional.

Barrientos confirmó que entre la ropa de la aprehendida se encontró $us 20.000, que no pudo justificar su lícita procedencia y solo atinó a señalar que eran parte de un anticrético, pero no mostró un documento que respalde esta versión.

Otro detalle de la operación realizada, es que la presidente del Conamaq se resistía ser llevada hasta las oficinas de la Fiscalía, argumentando que su cargo tenía el mismo rango que el de la jefa de Estado, Jeanine Áñez, por lo que empezó a realizar llamadas telefónicas con la finalidad de no ser aprehendida por los agentes que llegaron al lugar.