Gualberti: "El vacío de espíritu nos abre paso al materialismo y al consumismo"

Durante el domingo de pentecostés, monseñor Sergio Gualberti, arzobispo- Administrador Apostólico de la Arquidiócesis de Santa Cruz, pidió fortalecer el espíritu para no caer en el materialismo y el consumismo, y sanar el corazón de odios y soberbias.

Desde la Basílica Menor de San Lorenzo, el pastor de la Iglesia Católica recordó que este domingo se celebra la venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles y la virgen María. 

Solicitó a los fieles llenarse del Espíritu Santo para no caer en vacío. "Uno de los problemas más graves de nuestro mundo es el vacío de espíritu, una falta que abre paso al materialismo y al consumismo, los ídolos de hoy que tiranizan, engañan y ahogan. El vacío es un denominador común en tantos ámbitos de la sociedad, porque se ha sustituido el espíritu de vida y del bien por bienes caducos que carecen de razones para vivir, que defraudan el deseo de felicidad, que hacen áridos e incapaces de amar y que dejan una insatisfacción profunda", reflexionó. 

Agregó que solo el espíritu da sentido a nuestra existencia, nos hace felices, más humanos y nos reconcilia. "Pidamos de todo corazón al Espíritu Santo que nos sane de nuestra soberbia, odios y rencores, nos libere de todas ataduras, nos lave de las suciedades morales y espirituales, y que nos haga capaces de amar y  de perdonar las heridas y ofensas", dijo a los fieles. 

Señaló que también el Espíritu  Santo es la tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego y gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.  "Es el Espíritu Santo que nos da la fortaleza para superar las adversidades de la vida y nos consuela, reconforta en el dolor, en el duelo, en la tristeza, en el desánimo, en el desamparo y la soledad. Además, nos vivifica y despierta en nosotros el deseo  ardiente de que ponga su morada por siempre en lo más íntimo de nuestro ser", dijo.