El arzobispo emérito basó su mensaje dominical en la reflexión que hizo el papa Francisco sobre las lecciones que nos dejó la pandemia

1 de enero de 2023, 11:12 AM
1 de enero de 2023, 11:12 AM


En el inicio del 2023, monseñor Sergio Gualberti, arzobispo emérito de Santa Cruz, recordó que la Iglesia celebra el primer día de cada año la Jornada Mundial de la Paz, por lo que llamó a mantener el corazón abierto a la esperanza.

Gualberti basó su homilía dominical en el mensaje del papa Francisco: Nadie puede salvarse solo, en el que el santo padre reflexiona sobre la crisis global que desató la pandemia de covid-19, que unió más a la humanidad, pero también nos dejó varias lecciones.

“Desde la crisis nunca se sale igual, de ellas salimos mejores o peores. La mayor herencia que nos deja el covid-19 es la conciencia de que todos somos hermanos y que todos nos necesitamos y nadie puede salvarse solo. Es urgente que busquemos y promovamos los valores universales que trazan el camino de esta fraternidad humana”, señaló.

Agregó que la crisis sanitaria nos mostró que la “fe en el progreso, la tecnología y la globalización se ha convertido en una intoxicación individualista y que los problemas generalizados de desequilibrio social generan violencia y guerras”, pero también nos enseñó que la humildad y solidaridad nos animan a salir de nuestro egoísmo.

Desde la catedral cruceña, el arzobispo emérito también cuestionó la guerra en Ucrania que se cobra víctimas inocentes y propaga la inseguridad en todo el mundo. “Debemos concebirnos a la luz del bien común, abiertos a la fraternidad universal y no buscar solo protegernos a nosotros mismos”, dijo.

Para Gualberti, las crisis moral, social, política y económica están interconectadas, porque una es causa o consecuencia de la otra. En este sentido, exhortó a garantizar la sanidad pública, a promover la paz, a cuidar la casa común, a hacer frente al cambio climático, a luchar contra la desigualdad, y a garantizar alimento y trabajo digno para todos.