Los contratos finalizan el 4 de julio y el personal de la Unidad de Terapia Intensiva no sabe si los renovarán o no. Dicen que no tienen copia que les garantice el pago y que nadie les responde

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3 de julio de 2021, 21:45 PM
3 de julio de 2021, 21:45 PM

Una docena de intensivistas e internistas, todos de la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) Covid-19, informaron que este lunes 5 de julio dejarán de asistir a sus puestos de trabajo en el Hospital Óscar Urenda, debido a que el contrato finaliza el 4 de julio, sin que les hubieran cancelado los tres meses que dura este, así como tampoco les han informado sobre la posibilidad de renovación.

 "Queremos que la población sepa que estamos pasando por una situación similar a la del hospital Japonés. Nuestro contrato vence el 4 de julio, hasta ahora no nos han pagado un solo un sueldo y tampoco tenemos la copia de los contratos firmados, ni sabemos si renovarán o no. Ya no sabemos a quién recurrir, las autoridades del hospital no nos dan respuesta, pero responsabilizan al Aisem, dependiente del Ministerio de Salud", dijo una de las afectadas, de una lista de 12 nombres.

La vocera lamentó que en vez de que los encargados del hospital defiendan al personal, como pasa en otros establecimientos, en el Óscar Urenda los dejen abandonados.

De acuerdo a los denunciantes, ya el 26 de mayo enviaron una carta al director, Roberto Soliz Villarroel; a la jefa de recursos humanos, Gabriela Arauco; y a Juan Carlos Lazcano, administrador del tercer nivel, solicitando la entrega de los contratos y los salarios adeudados, o caso contrario no harían turnos. Sin embargo, el equipo UTI lamentó que la respuesta de Soliz, Arauco y Lazcano fuera una represalia.

"Lo tomaron a mal, el director y RRHH, decidieron que haya un solo intensivista con ítem y que ese médico asista todos los días a suplir cualquier necesidad, ante nuestra advertencia de no ir a los turnos", dijeron, mostrando la misiva.

Los 12 médicos que conforman la UTI temen que se repita la historia del año pasado, cuando todo el personal que trabajó de octubre a diciembre se quedó sin paga por problemas administrativos. "Por eso desconfiamos, no tenemos ni copia del contrato, ninguna garantía. Además, a los impagos que trataban de dejar alguna carta de reclamo, no los dejaban ni entrar", cuestionaron.

EL DEBER pidió respuesta a Gabriela Arauco, de Recursos Humanos, pero dejó el mensaje en visto. Asimismo, del Ministerio de Salud tampoco se manifestaron. De parte de la Gobernación, aunque no le han transferido aún este establecimiento de tercer nivel, Erwin Viruez, director del Sedes, explicó que existe un incumplimiento nacional por parte del Ministerio de Salud y del Gobierno central, y un maltrato hacia los profesionales y trabajadores en salud, a los que no se está cancelando lo que por competencia les corresponde. 

"Esta gente está en primera línea, exponiendo su vida y es maltratada laboralmente porque no le pagan, no le renuevan contratos, y esto es maltrato. Pero no ocurre solo en Santa Cruz. Quien de verdad atenta contra la salud del pueblo cruceño y boliviano son estas autoridades. Con justo derecho los profesionales están saliéndose de sus fuentes laborales porque el Gobierno incumple con sus obligaciones", dijo.

Sobre la posibilidad de que se reemplace a estos profesionales con los médicos cubanos, Viruez dijo que no tienen esta formación, que son médicos generales. "No estamos en contra de ellos, sino a favor de que cualquier médico del extranjero debe revalidar su diploma. Siempre les hemos pedido que demuestren la validez y suficiencia académica", dijo.

Actualmente hay 12 pacientes intubados en la UTI del Hospital Óscar Urenda, es decir, la sala está al 100% de su capacidad, tal como ocurre desde enero.

Otros hospitales

En el Hospital Japonés, 20 médicos han renunciado ante el incumplimiento del pago. En el área de Enfermería también se ha producido abandono, pero se ha suplido con los contratos de la Gobernación o con los ítems del mismo hospital.

El personal del Japonés también mandó una carta, fue dirigida al ministro de Salud Jeyson Auza; a Javier Fulguera, director de Aisem; a América Bustos, responsable de Aisem Santa Cruz; a Fernando Pacheco, secretario departamental de Salud; y a Neisy Surriabre, directora del hospital.

En la misiva reclamaron el incumplimiento de varios compromisos, entre ellos la firma y entrega del contrato, y el pago. Asimismo, advirtieron con que el personal Aisem dejaría de asistir a los turnos y responsabilizaron a las autoridades y a la Aisem de las consecuencias.

En el San Juan de Dios, ya antes habían amenazado con dejar de recibir a pacientes críticos por la "indolencia" de las autoridades, y ahora están planificando plegarse a las medidas de presión.

"Teóricamente el Japonés y San Juan de Dios somos los que mayor atención recibimos, y si a nosotros que somos los 'grandes' nos maltratan así, cómo será a los establecimientos más pequeños, y a los de provincia. Estamos cansados estos días, Aisem nos prometió los nuevos contratos para la próxima semana, pero siempre es el círculo vicioso", lamentó Andrés Martínez, responsable de la UTI Covid-19 del San Juan de Dios.

Según él, a diferencia de centros como el hospital de Montero, a ellos su dirección los respalda. Sobre los médicos cubanos, Martínez dijo que él y sus colegas están conscientes de que si renunciaran por cansancio, "el Gobierno está atento,  llenaría con su gente, con los médicos cubanos o con los médicos bolivianos formados en Cuba. Con certeza decimos que la formación de esta gente no es la adecuada, pero el Gobierno taparía todo con ellos".

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