Consideran que se debe salvar las dos vidas y por ello ofrecen tanto a la niña como al bebé con atención gratuita en el Centro de Madres Adolescentes Madre María,

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23 de octubre de 2021, 15:49 PM
23 de octubre de 2021, 15:49 PM

Después darse a conocer el abuso sexual y posterior embarazo de una niña de 11 años en el municipio de Yapacaní, a causa de las agresiones del papá de su padrastro, la Iglesia Católica no solo ha expresado su rechazo ante esta situación de violencia, sino que también ha ofrecido su ayuda para evitar que se frene el embarazo de la menor.

Esta postura se da después de que las autoridades de la Defensoría de la Niñez y una junta médica de la Maternidad cruceña activaran mecanismos para proceder con una intervención que no ponga en peligro la vida de la menor, tomando en cuenta que tiene cinco meses de gestación.

En este sentido, la Iglesia apuntó por medio de un comunicado que "la única solución es salvar, cuidar y apoyar con amor de las dos vidas", por lo que ofrecen "acogida y atención a la niña y a la criaturita que tiene en su vientre,
dando hospitalidad gratuita en el Centro de Madres Adolescentes Madre María, asegurando el apoyo material, médico, psicológico y espiritual para la maternidad y el tiempo post-maternidad".

Sin embargo, la sentencia constitucional referida (206/2014 del Tribunal Constitucional Plurinacional) establece que los requisitos para acceder a la interrupción legal del embarazo son: la presentación de una copia de la denuncia de violación y el consentimiento de la mujer (niña, adolescente, joven o adulta) para acceder al procedimiento, entre otros aspectos. 

La responsable de la Defensoría de la Niñez del municipio de Yapacaní, Silvia Suazo, indicó que se contaría con los mecanismos y de momento se espera que los médicos den su visto bueno internamente, mientras la niña es asistida dentro de la Maternidad, en la ciudad.

Ante este escenario, la Iglesia argumenta que la sentencia constitucional da a entender  que “un aborto incondicional y en todas las etapas del desarrollo del embrión no es constitucionalmente admisible”. También señala que: “en la medida que se desarrolle y se vaya asemejando a un ser humano la protección jurídica paulatinamente se va incrementando”.

En resumen, la Iglesia apunta que el bebé que se desarrolla en el vientre de la niña "es ya una criatura bastante formada y por tanto goza de la protección que emana de las leyes y la Constitución Política del Estado" y contradicen la postura de la Defensoría al exponer que la familia de la menor dan el visto bueno para el nacimiento.

Según la Iglesia, un "crimen no se soluciona con otro crimen, el aborto no remedia la violación, ni da tranquilidad a las conciencias, por el contrario, deja heridas psicológicas más graves y para largo tiempo", además de expresar el rechazo rotundo a la violación de la niña, por lo que señalan que su actuar se mueve en solidaridad de la menor y su familia

La violación, además de lesionar profundamente el derecho de cada persona a su dignidad, libertad e integridad física y moral, atenta contra la justicia y la caridad; cuanto más si, como en este caso, se trata de una niña inocente, según la institución religiosa, a tiempo de pedir que el delito no quede impune.

De momento, el agresor, un hombre de 61 años, está detenido preventivamente en el penal de Montero, mientras que la niña es atendida en la Maternidad Percy Boland, solo días después de estar jugando con una de sus primas y advertir que algo se movía en su vientre.