La reconocida diseñadora de modas confecciona barbijos con las condiciones de seguridad recomendadas y los dona a quienes más lo necesitan, entre ellos los policías y periodistas.

17 de abril de 2020, 18:54 PM
17 de abril de 2020, 18:54 PM

Hace ya un buen tiempo que tiene un minitaller con un pequeño showroom en su casa, y que cuenta con el apoyo de costureros amigos que desde sus hogares la colaboran junto a sus familias. Eso, más la ayuda de su hermana, su hijo y el tiempo libre de la cuarentena, permitieron a la diseñadora de moda, Ingrid Hölters, hacer algo por su prójimo.

La pandemia y el conocido espíritu solidario de la diseñadora - que donó un riñón a una amiga cuya vida peligraba- le dieron la idea de confeccionar barbijos de triple tela para donarlos a personas que están en la trinchera de la lucha contra el coronavirus, como los policías, a quienes envió 900 unidades, y los periodistas.

"Vivimos y viviremos otros tiempos. Con el pasar de cada día, la vida me va enseñando. Desde que supe que hay una pandemia, muchas cosas se han movido en mi vida y sobre todo en mi interior. No es tiempo del egoísmo, sino de compartir. Solo así podremos vencer y desde aquí me he ido moviendo", argumentó.

Ingrid dice que le afecta demasiado el sufrimiento de los demás y que; sin embargo, mira con esperanza el futuro. Tiene claro que serán tiempos de aprender a renunciar para poder ser. "No será fácil, pero saldremos del consumo en exceso para lograr cubrir lo básico, para abrir los ojos y descubrir que tiene sentido disminuir ese consumo, a fin de que otros puedan vivir  mejor".

Bajo esta lógica, Ingrid cree que es hora de ir modificando el concepto de hacer moda en general, consigna que ella ya venía aplicando un nuevo concepto desde hace unos años. Habla de moda con responsabilidad, que incluya y no excluya, que libere y no esclavice. "Toca reutilizar, reconstruir las prendas que tenemos y hay mucho por hacer al respecto:, desafía quien pusiera de moda el estilo chiquitano en prendas que se volvieron tendencia.

Ingrid empezó esta campaña de protección buscando cuidarse a sí misma y a los suyos, pero luego se le agolparon en la mente las imágenes de las personas que están en primera línea en la guerra contra el coronavirus. "La producción la realizamos desde casa y ahora hemos pedido apoyo para producir más rápido. Utilizamos barbijo y guantes para la confección, desinfectando las máquinas y luego esterilizando todo", explica.

"Otro amigo se encarga de la recepción de materiales y entrega de los barbijos a quienes lo requieran. Algunos me dicen por qué no venderlos, pero entonces esta labor perdería su esencia. Todavía no, es tiempo de dar pasos nuevos, juntos. Dios provee, nunca nos abandona", dice convencida.

Paralelamente, y desde casa, Ingrid ha retomado el voluntariado en la radio católica Betania, con el programa Buenos Días Señor, que se transmite de lunes a viernes, y que conduce junto a José Ernesto Méndez y Valerio Tirana.

"Es un programa donde animamos a los demás a vivir agradecidos con Dios, por la vida que se nos regala. En esta hora de programa recibo más de lo que doy y anunciar la buena nueva le da sentido a mi vida. Mi tiempo de oración cada mañana es mi cable a tierra, me muestra el camino y voy aprendiendo de a poquito a entender que vivimos para amar y servir. La oración me regala paz", culmina.