Se realizaron 764 audiencias de jueces con los privados de libertad para combatir el hacinamiento en Palmasola con una población de 7.000. Autoridades califican como las jornadas más exitosas de los últimos cinco años. Hay reclusos olvidados por abogados.

10 de marzo de 2023, 7:23 AM
10 de marzo de 2023, 7:23 AM


Luego de seis días de la primera visita carcelaria para las jornadas de descongestionamiento judicial desarrolladas en el penal de Palmasola, el más poblado de Bolivia, el Tribunal Supremo de justicia representado por el magistrado por Santa Cruz Olvis Egüez, calificó como la más exitosa de los últimos cinco años.

El recinto de Palmasola ahora con 7.000 privados de libertad entre hombres y mujeres fue visitado desde el jueves pasado hasta este miércoles de manera intensa por jueces, vocales, fiscales y abogados que escucharon todos los testimonios. El factor principal es el hacinamiento, pero pese a todo, los resultados fueron calificados como exitosos por el magistrado Olvis Egüez.

Los informes ya oficiales señalan que se realizaron un total de 764 audiencias de salidas alternativas de jueces con reclusos. De este número un total de 750 se sometieron a procedimientos abreviados, se emitieron 191 mandamientos de condena y 242 de libertades.

764 hombres y 69 mujeres

Las visitas de los jueces se realizaron de manera organizada. Acudieron jueces cautelares, integrantes de tribunales, vocales de todas las salas para instalar las audiencias. Cada caso fue tratado con representantes de la Fiscalía, sí como abogados defensores.

Todas las audiencias y consultas con los privados de libertad fueron sometidas a un estudio sociológico.

Durante las 764 audiencias desarrolladas se logró registrar para beneficio de una mejor administración de justicia un total de 695 hombres y 69 mujeres. Significa un 91 por ciento de hombres y el 9 por ciento de mujeres.

Las consultas para asistencia en audiencias en el recinto de Palmasola, en medio del principio de respeto. O sea, el interno que tenía reclamos de manera voluntaria pedía salir de sus celdas y acudir hasta el coliseo del pabellón femenino donde se instalaron las audiencias de descongestionamiento judicial. Aquellos que afirmaban que no necesitaban entrevistas con jueces se quedaron en sus recintos.

En el trabajo de las jornadas también se logró identificar la clase social y socioeconómica del total de las personas privadas de libertad que acudieron a las audiencias con los jueces. Como clase alta se registró a una, clase media a 346 y baja 414, haciendo el total de los 764 reclusos que se sentaron frente a los jueces en Palmasola.

Tasa consultas también abarcaron al nivel de educación. De los 764 internos se registró que 235 cursaron el nivel primario, 321 el secundario, 168 llegaron a ser bachilleres, 8 de nivel técnico, 31 licenciaturas y uno adquirió especialidad.

En educación étnica de las 764 personas privadas de libertad 751 no pertenece a nación o comunidad indígena, 2 son ayoreos, uno baure, uno de San pedro Sirari y 9 aseguran ser quechuas.

Al mismo tiempo también se tomó en cuenta identificar a la población vulnerable. De los 764 internos, 705 no pertenece a la población vulnerable, mientras que 15 son adultos mayores, una persona de escasos recursos, 41 mujeres y dos son con alguna discapacidad.

En el recinto también se procedió la entrega de 372 certificados de antecedentes penales Rejap y 222 certificados de no violencia.

Por fin libre

Entre las personas que recibieron el mandamiento de libertad figura Mariela Quinteros Tejerina. Ella aceptó acudir a las audiencias fijadas por los jueces en las jornadas judiciales. Llegó al penal el 2012 por delito de robo, pero ya era madre soltera de dos hijos pequeños.

Entre lágrimas contó a EL DEBER que su vida en la cárcel fue dura. Sin embargo, mientras cumplía una condena por robo, allí mismo, empezó a consumir drogas. Fue más allá porque la descubrieron vendiendo cocaína en el recinto carcelario y fue acusada del delito de suministro. Ya cumplió su pena por robo y también por suministro.

La jueza de Ejecución penal, María Alejandra López, le entregó su mandamiento de libertad. Mariela no sabía qué hacer, solo miró al cielo en agradecimiento a Dios. “Jamás pensé en este momento, aprendí esta lección muy difícil de la vida. Me voy, pero a vivir y darle todo lo que tengo a mis hijos”, dijo, mientras era felicitada por el personal de la justicia y otros internos.

El presidente del Tribunal Departamental de Justicia, Freddy Larrea, dijo que las jornadas fueron exitosas, pero que los grandes males son siempre el hacinamiento entre otros. También hay muchos internos que no solo son abandonados por sus familiares, sino por sus abogados.

El magistrado Egüez, agradeció a las autoridades penitenciarias, a los jueces y todas las entidades que hicieron realidad las jornadas de descongestionamientos.