Se espera que en la siguiente semana sea entregada oficialmente. Los trabajos para la conclusión de las obras de mejoras se aceleran en el penal. Se darán cursos universitarios y de bachillerato

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12 de julio de 2018, 7:00 AM
12 de julio de 2018, 7:00 AM

La exfortaleza de Víctor Hugo Escóbar Orellana, ‘Oti’, el hombre que mandó de forma violenta en Palmasola y que fue asesinado en el penal de Chonchocoro de La Paz el mes pasado, cambiará la función para la que fue construida. 

Lo que antes era un lugar para el resguardo de Oti, de su familia y de sus secuaces, se convertirá en un espacio para la educación y la superación de aquellos internos que, pese a los errores cometidos, toman como camino la educación para iniciar un camino de rehabilitación.

Todos aquellos internos que tengan los deseos de superación y que quieran estudiar algo, podrán hacer uso de estos ambientes que han sido reconstruidos y adaptados para estos fines”, explicó el gobernador del penal, Javier Lora, que además precisó que los espacios que antes utilizó Escóbar ahora son siete aulas, una secretaría, una sala para docentes y un salón de estudio, además de habilitar media docena de baños para todos los estudiantes.

Las inversiones en la construcción han sido hechas por Régimen Penitenciario. Los muebles que se utilizarán en estos ambientes son parte de las donaciones de algunas universidades, así como también se han adquirido algunos otros con recursos propios.

“La siguiente semana se piensa entregar esta obra, que será de beneficio para la población carcelaria”, apuntó Ivert Melgarejo, representante regional de Régimen Penitenciario, y agregó que en estos ambientes se pasarán clases de bachillerato, de cursos universitarios y de alfabetización.

En rehabilitación

Una de las sicólogas que están trabajando en las terapias de rehabilitación de los 250 internos drogodependientes que fueron retirados de régimen abierto y llevados al pabellón B de Chonchocorito, Viviana Arce, explicó que se avanza con éxito en el trabajo con las personas adictas a los estupefacientes.

De acuerdo con Arce, esta población, que generaba problemas de violencia y era un mercado disputado por los narcos, ya está desintoxicada en casi un 100% y ahora se están implementando terapias ocupacionales para los reos.

Además, este programa, el único en el sistema carcelario nacional, también trabajó con los familiares de los reclusos para evitar recaídas.

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