Se graduaron 35 personas, como parte de un proyecto que desde hace tres años ya se ejecuta en La Paz, y que en Santa Cruz fue liderado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Urbano y Regional (Cedure)

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23 de enero de 2023, 16:39 PM
23 de enero de 2023, 16:39 PM

En diciembre, las 34 alumnas recibieron sus certificados de participación y ya están listas para incorporarse en el mundo de las construcciones. Este proyecto aplicó la metodología de la Red Hábitat, que desde hace varios años hace esta misma labor formadora en La Paz.

Todo comenzó en julio del año pasado, con el apoyo de la Embajada Suiza en Bolivia, la Red Hábitat, Cámara de la Construcción, Colegio de Arquitectos de Santa Cruz y la empresa Coral, el Centro de Estudios para el Desarrollo Urbano y Regional (Cedure) inició el primer curso de capacitación para mujeres en construcción (albañilería), pintura, y también en derechos laborales femeninos, liderazgo y emprendedurismo.

El proyecto no tenía prevista la inserción laboral, algo que se prevé incorporar en los cursos siguientes. Sin embargo, muchas de las señoras ya están trabajando, a través de contactos.

Según Isabella Prado, la coordinadora, este proyecto es la ampliación de la labor de la Red Hábitat, que trabaja en desarrollo urbano. La capacitación estuvo a cargo de la arquitecta Nataly Dorado, con el apoyo de la arquitecta Valeria Ponce, y Sergio Meave, de Coral, que se encargaron de la parte de pintura.

"El sector de la construcción crece cada día y en Santa Cruz tiene poca visibilidad de la mano de obra femenina. Este proyecto se planteó como reforzamiento de las capacidades de las mujeres interesadas en el área de la construcción", dijo Prado.

Fueron dos meses y medio de duración con conceptos básicos, especialización en pintura y derechos laborales de la mujer, empoderamiento y emprendedurismo, ya que algunas han entrado con la idea de montar sus propios proyectos.

Aceptación

Prado explicó que se hizo un sondeo con constructoras, se evidenció que tenían pocas mujeres en sus filas, y por esa misma razón, los organizadores del curso quedaron sorprendidos por el interés femenino tras lanzar la convocatoria. 

"El desafío es el prejuicio, porque la construcción no es solo un trabajo de fuerza, hay revoques, pintura, etc., detalles en los que tienen ventaja las mujeres", aclaró.

Asimismo, Prado confesó que están en busca de apoyo para agrandar el grupo de mujeres constructoras, con nuevas versiones del curso, ya que la primera tuvo apoyo de la Embajada Suiza en Bolivia. El curso no tuvo costo y se dieron los materiales necesarios a las alumnas, todas mamás, y responsables de sus hogares.

"Para repetir el curso necesitamos aliados, el presupuesto debe contemplar alguien que atienda a los niños porque muchas son madres", agregó.

Teófila Rodas es una de las capacitadas, que ya se encuentra trabajando como ayudante de construcción, picando concreto, y aguarda el momento de convertirse en maestra, para ganar mejor. Dijo que le pagan igual que los varones de su mismo nivel de conocimiento, y que actualmente saca unos Bs 600 a la semana.