Un sistema de alcantarillado y salas velatorias fueron inaugurados por el presidente y el alcalde en medio de música y adulos compartidos. La oposición no llegó a donde se termina el asfalto y mira al Comité

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19 de septiembre de 2018, 6:32 AM
19 de septiembre de 2018, 6:32 AM

Pese a que Percy Fernández ha publicado que respetará los resultados del 21-F y que no se repostulará para un séptimo mandato como alcalde de Santa Cruz de la Sierra, su relación con Evo Morales sigue intacta. Ayer, la dupla ‘Pevo’ se paseó entregando obras por el Distrito 12 de la ciudad sin que se escuche un solo grito por el No.

Allá, en la zona más empobrecida de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, donde está la cárcel de Palmasola y se termina el asfalto, nadie gritó “Bolivia dijo No” y las plataformas que se habían manifestado la noche anterior en la plaza 24 de Septiembre y las cercanías del Comité pro Santa Cruz, no llegaron a presionar al mandatario para que no se presente como candidato a las elecciones de 2019.

Las testeras de los dos actos de entrega fueron un buen testimonio de la buena relación entre la hegemonía nacional y la hegemonía local. Lado a lado estaban Percy y Evo. A diestra y siniestra de ambos estaban las mujeres más fuertes de sus proyectos políticos: Angélica Sosa, presidenta del Concejo, a la izquierda del alcalde, y Gabriela Montaño, presidenta de la Cámara de Diputados, a la derecha del presidente. El resto de los sentados a la mesa eran ‘actores’ más o menos secundarios: concejales, diputados y exministros.

Los actos

Fue como un partido amistoso jugado en dos canchas. En la primera, Evo Morales jugaba de local y la hinchada era mayoritariamente suya. Entregaba un servicio de alcantarillado que beneficiará a 45.000 hogares, cuya inversión es un 72% nacional y el resto municipal. Ahí fue el más aplaudido y hasta se escuchó un par de gritos contra la dupla municipal: “No más Percy, no más Sosa, no más corrupción”, gritaron a dúo Mayler Torrico y Mario Acero, dos dirigentes del Distrito 12, molestos por el cierre de un centro de salud.

El segundo tiempo se jugó en cancha de Percy, que entregaba el salón velatorio de Los Lotes. Allí, todas las sillas estaba destinadas al ‘percismo’, mientras que el ‘evismo’ tuvo que observar el largo acto de pie. Si bien nadie gritó por el No, hubo tensión. Se notó que los percistas no gritan a favor de Evo, sino que cuando los correligionarios del presidente comenzaban a corear su nombre, los leales al munícipe respondían vivando a Percy, como si se tratara de una competencia.

Este acto fue el más cuidado de ambos. Allí hubo orquesta y cantantes líricos, pero Camila fue el común denominador: cantó en ambos. Mientras los líricos entonaron Aleluya -el de Leonard Cohen, no el de Haendel- y el Ave María -el de Haendel-, la cantante cruceña eligió El aguilillo -de José René Moreno-, para hacer participar a todos. “Que cante Percy”, gritó un vozachudo de entre el público, y el alcalde tomó el micrófono, pero Camila le dedicó el tema ‘al aguilillo de La Paz’ y el presidente se sonrojó. Percy no se amilanó: “Soy aguilillo, me gusta Camila”, cantó en el coro, mientras la intérprete lo ‘rechazaba’ cambiando la letra: “Por las playas del río Piraí, con una arquitecta te vi”.

Parecía que todo iba a terminar con un himno de Disney, la canción de Coco interpretada por una muy afinada soprano, pero aún faltaban los oradores principales. Percy agradeció la presencia de Evo Morales sin demasiados elogios y deseó que el salón velatorio “tenga mucho éxito”.

Morales sí elogió a Percy. Dijo que había entregado obras en todo el país, pero nunca una casa velatoria. Contó que los jóvenes le piden vivienda y los viejitos dónde ser enterrados. Lo llamó “hermano alcalde”, le dijo que siempre anda pensando en su pueblo y se despidió gritando: “Viva Santa Cruz”. Fue la única vez que el aplauso de los percistas y de los evistas fue uno solo. La relación entre los dos ‘hegemones’ sigue bien, pero ahora el que demuestra más cariño es Evo.