Tras su captura, el hombre afirmó que su ocupación era albañil; pero la Policía y la Fiscalía dudan de su versión pues evidenciaron que viajaba por todo el país

23 de julio de 2024, 16:08 PM
23 de julio de 2024, 16:08 PM

El Juez del municipio de La Guardia, Cesar Cadima, envió a la cárcel de Palmasola por 180 días al hombre de 35 años que fue imputado por el delito violación agravada. Las víctimas son sus hijas de 8 y 10 años.

En la audiencia cautelar que se desarrolló este martes, la fiscal Tatiana Plata, presentó la imputación contra el sindicado y fundamentó los vejámenes sexuales con las declaraciones de las víctimas ante la Defensoría de la Niñez, y el informe forense, que confirma que fueron violadas.

El hombre guardó silencio ante el juez, tal y como lo hizo en su declaración ante la fiscal. Sin embargo, los elementos que existían en su contra eran contundentes, por lo que el juez Cadima ordenó que sea detenido por 180 días en la cárcel.

Prófugo por dos meses

Los abusos se conocieron el 15 de mayo, luego de que la víctima de ocho años contó en su colegio del municipio de La Guardia a su profesora que era abusada junto a su hermana por su progenitor. Fue la madre de las dos menores quien presentó la denuncia.

Plata indicó que los padres de las menores están separados, pero que el acusado las abusaba cuando las llevaba a su casa a pasar tiempo con él.

El hombre se dio a la fuga tras conocer que fue denunciado por su expareja; pero fue capturado el domingo 21 de julio en la vivienda de sus familiares.

La madre de las niñas fue vital para la detención del sujeto. El domingo, la mujer vio al denunciando intentando subir al micro en el que ella se transportaba. Sin embargo, el hombre se percató de su presencia y desistió de subir.

La mujer alertó a los agentes de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv), quienes ejecutaron la aprehensión.

Tras su captura, el hombre solo dijo que era de ocupación albañil, pero la Policía y la Fiscalía dudan de su versión pues evidenciaron que viajaba por todo el país y se ocultaba en el Chapare, Cochabamba.