La lista de centros de distribución de gasolina y diesel ha ido engrosando de forma paulatina hasta llegar a 36, de más de 60, especialmente luego de que los vecinos de la refinería levantaran el cerco. Continúan las filas de quienes buscan combustible para movilizarse

5 de noviembre de 2022, 10:30 AM
5 de noviembre de 2022, 10:30 AM

Todavía se siente la falta de combustible. En un recorrido de EL DEBER por varios surtidores durante esta jornada, se evidenció que continúan las filas, un poco menos largas que antes, a pesar de que la lista de la Asociación de Surtidores de Santa Cruz (Asosur) se va ampliando.

Para el 2 de noviembre eran 29 los centros de distribución de combustible disponibles, y para este sábado 5, son 36, en todos los puntos cardinales. Sin embargo, este número es la mitad de los surtidores en la capital cruceña, pues suman más de 60, mientras que en provincias llegan a una treintena.

Para mayor seguridad, los surtidores de YPFB es donde habitualmente se ofrece gasolina y diesel.


Por ejemplo, en el surtidor La Chorrera, ubicado en el km 6 de la doble vía a La Guardia, seguían vendiéndose solo diez litros por persona, y numerosas personas aguardaban por su turno.

Según YPFB, ayer despachó 38 camiones cisterna desde la Planta de Almacenaje de Palmasola, con la finalidad de reforzar el abastecimiento de combustibles líquidos.

En un trabajo coordinado con la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) y la Policía Boliviana, 24 camiones cisternas cargados con diesel y gasolina fueron destinados a las estaciones de servicio de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, y 14 se enviaron a las provincias del departamento.

Una mayor salida de combustible fue posible luego de que vecinos de la avenida Santos Dumont levantaran el jueves pasado el cerco que habían levantado grupos afines al masismo en puertas de  la refinería de Palmasola.

Aunque hay buenas señales, según Armin Dorgathen, presidente de YPFB, si los conflictos en Santa Cruz continúan, el suministro de la gasolina y el diesel podría ser suspendido hasta nuevo aviso.

Hasta anoche, en tres surtidores del Plan 3.000, por la avenida a Paurito, había largas filas. Según Grover Huanca, trabajador de delivery, es mejor ir por las noches, pero lamentó que las filas no se respeten, lo que ocasiona peleas, y además indicó que a determinadas personas se les llenan los tanques.