La orden de traslado de Nallar llegó tarde a Chonchocoro y su salida no se realizará este miércoles
El acusado del triple crimen de Porongo llegó a Chonchocoro el 25 de junio para cumplir 180 días de detención preventiva.
El traslado de Misael Nallar Viveros de la cárcel paceña de Chonchocoro al penal cruceño de Santa Cruz no se realizará este miércoles. La orden emitida por el juez de la Guardia, Rodrigo Aldo Vedía, llegó fuera del horario de atención de la Gobernación de centro penitenciario y por eso se demorará su cumplomiento.
José Islas, uno de los abogados de Nallar, se trasladó desde la capital cruceña hasta La Paz con el documento en físico, pero no llegó a tiempo porque su viaje aéreo se retrasó en despegar. Con este contratiempo, el traslado del acusado se vio truncado esta jornada, pese a que desde esta mañana se encontraba Carlos Antelo, otro de los representantes legales del detenido, en las afueras de Chonchocoro.
Según Antelo, el traslado de su cliente, el principal acusado del triple crimen en Porongo, debe ejecutarse de manera inmediata, porque su integridad física corre peligro. Según denunciaron en la audiencia realizada ayer, algunos internos del penal paceño le pusieron “precio a su vida”. Así se refleja en un informe de la Policía utilizado por la defensa.
Islas indicó que la notificación de la orden de traslado se la realizará mañana (jueves) ante la dirección de Régimen Penitenciario y la Gobernación de la cárcel. Esperan que el operativo de traslado se realice horas después.
Las víctimas de este violento hecho que se registró el 21 de junio son el sargento mayor Eustaquio Olano, sargento 2do Alfonso Chávez y el voluntario del Gacip, Daniel Candia Orihuela. Sus familiares han pedido a la justicia que suspenda la medida de traslado y se mantenga a Nallar en Chonchocoro.
Además de Misael Nallar, otras tres personas permanece en prisión preventiva. En estos casos, la detención se lleva a cabo en Palmasola. Se trata de Widen Nallar, hermano del principal acusado, Jassir Góngora y Esteban Beltrán Muñoz. Un quinto imputado, Rodrigo Gonzáles Arrázola se defiende en libertad.
