En la capital cruceña se registraron emergencias por caída de árboles. Persisten los incendios en ocho municipios y ocho áreas protegidas. Ganaderos enfrentan la sequía y piden que les provean agua

26 de agosto de 2021, 4:00 AM
26 de agosto de 2021, 4:00 AM

La torrencial lluvia que cayó ayer en la capital cruceña y sus alrededores causó algunas emergencias por la caída de árboles y barrios anegados, pero no alcanzó a la Chiquitania ni a la zona del área protegida Ñembi Guasu, donde siguen luchando contra los incendios que se propagan con facilidad por los vientos, las altas temperaturas y la sequedad del monte.

En un informe al final de la jornada, la Dirección de Gestión de Riesgo y Emergencia, dependiente de la Secretaría Municipal de Seguridad Ciudadana, comunicó que atendió tres emergencias por caída de árboles en la jornada lluviosa en la ciudad. Uno se registró en la zona del primer anillo, donde resultó afectado un micro que presta servicio en ese circuito; el otro fue en el patio de una vivienda de la Radial 10 y cuarto anillo; y el último en el barrio Cordecruz, por la avenida 2 de Agosto.

A esto se suma que en el Distrito Municipal 5 se registraron emergencias por inundaciones en dos barrios, pero el agua bajó rápidamente hacia los canales. Las unidades municipales han realizado limpieza de los desagües, donde incluso se tuvo que movilizar maquinaria.

Y es que en Santa Cruz de la Sierra llovió por casi 12 horas y, aunque los registros no superaron los 20 litros por metro cuadrado, bastó para que algunas zonas queden anegadas. Además sorprendió la tormenta eléctrica con que terminó la noche del martes.

La lluvia también alcanzó a Montero, que registró una precipitación de 90 litros por metro cuadrado, la más alta reportada en la región; a Colpa Bélgica, con 76 litros por metro cuadrado; a San Pedro, con 36 litros por metro cuadrado; a Pailón y otros municipios vecinos.

De hecho, los pobladores de Pailón recibieron con alegría una lluvia que calmó los efectos de una intensa humareda.

Cerca de la comunidad Sinaí, sobre la carretera a Beni, a 15 kilómetros de Pailón, se registró una granizada.

Esperan precipitaciones

La lluvia aún no llega a San Ignacio de Velasco ni a San Matías, donde la temperatura ayer bordeó los 30 grados centígrados y la falta de lluvias se prolonga por más de tres meses.

En varias comunidades de San Ignacio de Velasco están pidiendo a la Alcaldía que se les lleve agua, porque sus atajados y pozos se han secado, como es el caso de la comunidad Cotoquita.

Desde la comunidad de San Lucas, a unos 18 kilómetros de San Ignacio, comunicaron que el monte arde y se acerca a la comunidad Las Chacras.

La jefa de la Unidad de Bomberos de la Gobernación, Yovinka Rosado, informó que persisten 20 incendios forestales en el departamento cruceño, los cuales afectan a ocho municipios y a ocho áreas protegidas. Roboré registra cinco incendios, San Matías y San José, cuatro cada uno; San Ignacio y Concepción, dos focos cada uno, mientras que Pailón, Charagua y Puerto Suárez con un foco de incendio cada uno.

Rosado indicó que San Matías, Roboré, Charagua y Puerto Suárez son los municipios declarados en desastre. El Carmen Rivero Torrez se encuentra tramitando la declaración de desastre y los municipios de Concepción, San José y San Ignacio avanzan con la declaración de emergencia.

“No hemos tenido lluvias en los municipios que están siendo afectados por los incendios forestales”, remarcó Rosado, al agregar que el 73% del departamento continúa en riesgo extremo de ocurrencia de incendios forestales.

En Roboré los trabajos continúan y para hoy esperan algo de lluvia, porque si bien se han controlado las llamas en el sector de Chochís, muy cerca a la comunidad Tomité, deben hacer el rastrillaje para evitar que las llamas puedan revivir.

Este grupo realizó ayer su noveno día de trabajo como bomberos forestales Quebracho, pero han tenido relevos y coordinan con otros grupos que también están operando en esa zona.

El difícil acceso a los lugares de incendios es su mayor obstáculo, por lo que necesitan apoyarse con maquinaria pesada, pero también deben combatir los fuertes vientos que avivan el fuego, informó Anahí Paravicini, de bomberos forestales Quebracho. La mayor parte del trabajo de mitigación es manual.

Hasta el momento se han afectado más de 25.000 hectáreas en la zona de Chochís.

Sequía

En San Matías la sequía y los incendios hostigan a ganaderos. “Estamos rogando que llegue un chilchi (lluvia suave) para aplacar los incendios y de alguna forma ayude al rebrote de los pastos quemados por el fuego”, manifestó el presidente de la Asociación de ganaderos de San Matías, Aldo Vaca.

Vaca explicó que la prolongada sequía marchitó el pasto y tampoco hay agua para el consumo animal en los atajados, que son la fuente natural y reservorio en esta época del año. Estos dos factores pasan factura al ganado que ha comenzado a perder peso y a deshidratarse por la falta de agua.

“Aún no contamos con una cuantificación real, pero mucho ganado está muriendo atascado en el barro que queda en los atajados”, mencionó.

A la pérdida animal se suman los daños a la infraestructura productiva, dado que los incendios han reducido a cenizas los potreros y los postes de los alambrados.

“Las pérdidas económicas en las propiedades ganaderas son cuantiosas”, manifestó Vaca, al acotar que, por el momento, no recibieron asistencia en cuanto a provisión de agua en cisternas y de pasto para el ganado. Hizo notar que los camiones cisternas desplazados en la zona están siendo ocupados para proveer agua a los bomberos que combaten el fuego en la zona. No obstante, clamó por agua para salvar al ganado.

Estiman que el hato bovino en la zona supera las 50.000 cabezas.