Buscan fortalecer el humedal que sufre la constante presión de la urbanización

El Deber logo
12 de julio de 2016, 9:51 AM
12 de julio de 2016, 9:51 AM

El curichi La Madre, de 49,5 hectáreas, y que constantemente se ve afectado por la creciente urbanización de su entorno, recibirá esta tarde un importante número de pequeñas tortugas de agua para mejorar el humedal.

El programa para insertar los pequeños quelonios es parte del fortalecimiento del humedal que es considerado el riñón de la ciudad, pues transforma la contaminación y las impurezas del medioambiente.

La principal amenaza del curichi es el avance de las urbanizaciones, condominios cerrados y edificios cuyos desagües de lluvia van acompañados de los de lavandería de ropa y de platos.

El área se constituye en un oasis de la fauna nativa por la presencia de aves acuáticas como gallaretas, patos y garzas, así como monos, capiguaras, zorros, urinas, víboras y el felino pequeño yaguarundí.

Entre las especies de flora nativa tiene jorori, cupesí, cari cari, ambaiba, ochoó, coquito, curupaú, entre otros, así como las entre ellas exóticas eucalipto, chamba, melina, bambú, cuchi verde y mara. En los cuerpos de agua hay tarope, totora, lechuga y lenteja de agua.