La agresión fue debido a que la menor de edad no presentó sus tareas

3 de julio de 2024, 11:37 AM
3 de julio de 2024, 11:37 AM

Una madre de familia fue sentenciada a tres años de cárcel por el delito de violencia familiar ejercida en contra de su hija de 8 años. Maria Margarita L. S.,  de 30 años, aceptó haber agredido a su hija por no presentar sus tareas. El hecho se suscitó el 27 de junio dentro de la unidad educativa donde estudia su hija, en Yapacaní.

La agresión ejercida contra la niña llegó al extremo de que la madre casi le arranca el pabellón de la oreja izquierda y tuvieron que realizarle cuatro puntos de sutura.

De acuerdo con el cuadernillo de investigación, este calvario de constantes golpizas se realizaban con objetos como palos de escoba, chicote, manguera, además de jalones de cabello

Una denuncia anónima hizo que la Defensoría de la Niñez tome conocimiento del caso y permitió que la niña reciba atención médica en el hospital de primer nivel y posteriormente llevada al hogar temporal del municipio. 

La victima vivía con su madre y su abuela en una casa de alquiler donde las propietarias del inmueble fueron testigos de los malos tratos. “Esa noche,  la niña llegó llorando, con su orejita sangrando y temblando de miedo. Su mamá cada vez le pega”, comentó María Eugenia M., la dueña de casa donde habitaba la víctima.

La jornada de este lunes, en el marco del descongestionamiento en Palmasola, la madre de la niña se sometió a un proceso abreviado donde el juez la sentenció a tres años de cárcel. De acuerdo con la Ley 1173, la acusada se beneficiará de medidas cautelares personales, informó el asesor de la Defensoría de la niñez de Yapacaní, Rolando Poma. 

“La madre aceptó su culpabilidad y fue sancionada por el juez mientras que la menor de edad continua en el hogar temporal; sin embargo,  será entregada a la abuela materna bajo informe social y tratamiento psicológico”, informó Poma, felicitando a las personas que denunciaron la agresión,  pero que posteriormente fueron amenazadas por el entorno de la madre agresora. 

“Debemos hacer un mea culpa como sociedad, no puede ser que se amenace y amedrente a las personas que defendieron los derechos de esta niña”, finalizó Poma.