Está detenida preventivamente en Palmasola, mientras es investigada por incumplimiento de deberes, legitimación de ganancias ilícitas, conducta antieconómica y contratos lesivos al Estado.

3 de marzo de 2022, 16:58 PM
3 de marzo de 2022, 16:58 PM

Esta tarde (13:30) se instaló la audiencia de apelación de Mery Balcázar, la exfuncionaria de la cooperativa Jesús Nazareno que es acusada -por la Fiscalía- de crear las cuentas bancarias para los ítems fantasmas que fueron detectados en la Alcaldía cruceña. La sindicada está detenida en Palmasola desde el 27 de enero y ahora busca a defenderse en libertad.  

La audiencia estaba programada inicialmente para las 8:30 de este jueves, 3 de marzo. Según informó la Fiscal Yolanda Aguilera, el cambio de horario se debió a que la imputada no pudo ser trasladada desde el penal de Palmasola hasta el Palacio de Justicia.

“La libertad es la regla y la detención preventiva es la excepción, una medida extrema. No corresponde que esté detenida, máxime si tiene tres hijos menores”, manifestó Jaid Eid, abogado de la acusada, a los medios de prensa.

Según las indagaciones preliminares, Balcázar era la persona que se encargaba de abrir las cuentas de ahorro y repartir sus tarjetas, aprovechando que trabajaba en la cooperativa mencionada.

Los delitos por los que está siendo procesada son: incumplimiento de deberes, legitimación de ganancias ilícitas, conducta antieconómica y contratos lesivos al Estado.

Esposo implicado

Su esposo, Julio César Herbas, es otro acusado del caso y, según la Fiscalía, se encargaba de reclutar personas para los ítems fantasmas durante el tiempo que trabajó en la Alcaldía. 

El sindicado, quien también cumple detención preventiva en Palmasola, dijo que fue “usado y amenazado” por Antonio Parada Vaca, exdirector de Recursos Humanos de la comuna, para entregar de a 300 a 400 bolivianos a las personas captadas.

Bajo este modo de operar, los investigadores de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen y del Ministerio Público, establecen que a las personas reclutadas se les abría una cuenta de débito en la cooperativa Jesús Nazareno, para depositar sus salarios, los cuales eran cobrados por Herbas y Parada, de acuerdo a testimonios de los testigos.