Durante la celebración del Miércoles de Ceniza, que da inicio a la Cuaresma, el arzobispo de Santa Cruz se refirió al ayuno, la oración y la caridad, como camino a la Pascua. El Papa Francisco pidió dedicar esta jornada a la oración por la paz en Ucrania y Rusia

2 de marzo de 2022, 10:26 AM
2 de marzo de 2022, 10:26 AM

En su homilía durante la celebración de la misa del Miércoles de Ceniza, el arzobispo de Santa Cruz, monseñor Sergio Gualberti se refirió a los tres pilares de la Cuaresma, que inicia este miércoles 2 de marzo: el ayuno, la oración y la caridad.

El arzobispo recordó el significado de las cenizas que “nos hacen entrar en contacto con el polvo por el que fue creado el ser humano, polvo al cual volveremos al final de nuestra vida. Este signo nos hace tomar conciencia de nuestra finitud y pecados, y nos impulsa a la conversión y a la santidad para que podamos gozar de los beneficios de la muerte y resurrección de Jesús”.



Muchos fieles se congregaron en la catedral este Miércoles de Cenizas/Foto: Ricardo Montero


Con la Cuaresma se inicia el camino hacia la celebración más importante para los católicos: la Pascua, que ocurre después de la pasión y muerte de Jesús.

“Nuestro esfuerzo cuaresmal tiene que sustentarse en la oración, en intensificar momentos y espacios de diálogo con el Señor, para que tengamos una mirada de fe sobre nuestra vida personal y social, para que abramos nuestro corazón y vivamos una experiencia personal de amor auténtico y profundo con Dios”, recordó Gualberti a los fieles, mientras los animó a recurrir al sacramento de la reconciliación y así “experimentar el perdón y la misericordia de Dios”.

Por otro lado, invitó a los creyentes a la sobriedad de la vida, “para no dejarnos reducir a puros consumidores de una economía de mercado que nos encandila con sus ofertas, crea falsas necesidades y expectativas, y nos esclaviza”.

Asimismo, el arzobispo de Santa Cruz reflexionó acerca de la caridad cristiana: “es mucho más que ‘dar limosna’; la caridad se expresa en obras de misericordia, como perdonar las ofensas, trabajar por la reconciliación; ser solidarios con el prójimo, dar atención a hermanos enfermos, abandonados y sufridos; compartir los dones materiales y espirituales que Dios nos ha dado, y comprometernos con la construcción de una sociedad justa, fraterna y en paz”.

Monseñor Gualberti alentó a los creyentes a destinar los frutos de sus sacrificios y renuncias cuaresmales a favor de los pobres, los marginados y sus necesidades.

“Este el camino para vivir la alegría de experimentar en nuestra vida el amor del Padre que nos espera como hijos amados, siempre dispuesto a perdonarnos de todos nuestros pecados”, concluyó.

Modificación en el Rito del Miércoles de Ceniza

Como puede leerse en Vatican News, portal de noticias del Vaticano, en 2021 y debido a la pandemia por Coronavirus, el Rito del Miércoles de Ceniza fue modificado por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. Así, para evitar la transmisión del Covid-19, el celebrante (sacerdote u obispo) tomará la ceniza y la dejará caer sobre la cabeza de cada uno de los fieles. Antes de la pandemia, el celebrante imponía una cruz en la frente de los creyentes.


Monseñor Sergio Gualberti impone la ceniza a un creyente/Fotos: Ricardo Montero

De acuerdo con la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, la fórmula del Misal Romano: “Conviértete y cree en el Evangelio”, o bien: “Acuérdate de que eres polvo y al polvo volverás”, con la modificación deberá ser pronunciada una vez, y para todos, después de la bendición de las cenizas. Antes, el celebrante lo decía a cada uno de los feligreses a quienes les imponía la cruz.

Las cenizas que se usan en esta celebración provienen de las palmas del Domingo de Ramos del año anterior. Gracias a su quema se consigue un polvo fino que es mezclado con agua bendita o aceite de crisma y son bendecidas durante la celebración del Miércoles de Ceniza.

Jornada de ayuno y oración por la paz

“Invito a todos a hacer del próximo 2 de marzo, Miércoles de Ceniza, una Jornada de ayuno por la paz. Animo de forma especial a los creyentes para que en ese día se dediquen intensamente a la oración y al ayuno. Que la Reina de la paz preserve al mundo de la locura de la guerra”, había pedido el Papa en la audiencia el pasado miércoles 23 de febrero.