En el segundo domingo de adviento, monseñor René Leigue pidió a los feligreses un cambio de vida

4 de diciembre de 2022, 12:41 PM
4 de diciembre de 2022, 12:41 PM

A pocos días de la Navidad y en el segundo domingo de adviento, monseñor René Leigue Cesarí, arzobispo de Santa Cruz de la Sierra, centró su homilía en la importancia de la conversión para empezar una nueva vida. Recordando las palabras de Juan Bautista, el religioso dijo: "Conviértanse, preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos".

"En este tiempo nos estamos preparando para encontrarnos con el Señor, pero ¿cómo nos preparamos?, ¿Cómo quisiéramos que venga él a nuestra vida?, ¿De qué manera queremos tener el encuentro con él?, Dios lo que quiere es encontrarnos limpios de toda mancha de maldad, que no haya rencor en nuestros corazones, que no haya odio ni ansias de venganza, que no haya eso de mirarnos mal entre nosotros. ¡Qué lindo sería si nosotros de verdad sacáramos todas las cosas malas, negativas de nuestro corazón y lo dejamos a un lado! Esa es la verdadera conversión”.

Monseñor Leigue recordó que el papa Francisco frecuentemente hace un llamado a la conversión. "Él (papa) dice: 'yo soy una persona más que necesito convertirme'. Hoy los sacerdotes, laicos, todos estamos llamados a la conversión, cada día hay que dar ese paso importante para seguir al Señor".

Para Leigue, la conversión debe ser honesta, "porque nosotros, a veces, camuflamos nuestras cosas malas, nos mostramos amables y personas de bien ante los demás, pero por dentro estamos tramando cosas malas, cosas negativas", reflexionó.

Dijo que siempre hay que buscar la unidad, la paz verdadera y sincera, porque es lo que Dios espera de cada uno de nosotros. "Preparémonos para la Navidad, para un encuentro sincero con el Señor y digamos: Noche de paz, noche de amor, noche de unidad, que verdaderamente lo sintamos así".

Agregó: "Los invito a que escuchemos al Señor, a que escuchemos a Juan, a que demos ese paso importante para nuestras vidas. Después de ese momento tormentoso, muy complicado, ¿por qué no volver a la calma?, ¿por qué no volver la mente a ese encuentro con el otro?, ¿por qué no verlo como amigo y no como enemigo?, ¿por qué no verlo como parte de nuestra realidad, parte de una persona humana? Esta es la conversión, les invito a todos de que de verdad podamos dar ese paso de conversión".

"El Señor quiere unidad, quiere paz, nos quiere a cada uno de nosotros, no quiere que entre sus hijos e hijas estemos divididos, peleados y mirándonos mal. Pidámosle al Espíritu que venga también con todos sus dones como nuestra primera lectura para que verdaderamente podamos entender a Dios y podamos entendernos entre nosotros", subrayó.