Monseñor Sergio Gualberti, en su homilía, pidió que se respete la vida de las personas. Minutos después las manifestantes protestaron fuera del templo.

31 de octubre de 2021, 9:59 AM
31 de octubre de 2021, 9:59 AM

Integrantes de Mujeres Creando irrumpieron este domingo por la mañana la misa dominical que celebraba monseñor Sergio Gualberti en la catedral cruceña, para protestar contra la Iglesia católica por impedir que una niña de 11 años, que quedó embarazada luego de ser violada, no interrumpiera el embarazo como en principio habían decidido tanto la víctima como su familia, pero que luego de la intervención de la iglesia, cambiaron de opinión.

Las activistas echaron pintura de agua al frontis de la Basílica Menor de San Lorenzo y a través de pancartas y arengas, criticaron a la Iglesia católica. "Iglesia hipócrita y ruin, obligas a una niña a parir", rezaba una de las pancartas.

En la homilía de este domingo, monseñor Sergio Gualberti había pedido que se respete la vida humana, indicando que es la imagen de Dios y que nadie, ni si siquiera un Estado tiene derecho a quitarla para solucionar un problema.

“¿Es justo matar una vida humana para solucionar un problema? La defensa de la vida, el rechazo de la pena de muerte y la eutanasia son un mandato de Dios para la Iglesia y para todo creyente en Cristo. Dios quiere purificar y liberar nuestro corazón del egoísmo, de tantos males y ataduras para hacerlo capaz de amar”, dijo el religioso.Las mujeres protestaron en las puertas de la catedral esta mañana/Foto: AnasBrook

Las activistas protestaron en las puertas de la catedral esta mañana y fueron criticadas por las personas que se dieron cita a la misa. Guardias municipales llegaron hasta el lugar, y luego de forcejeos, desalojaron a las manifestantes.

Desde el Arzobispado de Santa Cruz informaron que fueron cuatro mujeres las que “realizaron un acto vandálico en plena celebración Eucarística presidida por monseñor Sergio Gualberti”. Además, señalaron que los fieles que estaban en la catedral evitaron cualquier tipo de agresión y ayudaron a las fuerzas del orden a retirar a las manifestantes del lugar.

“Las mujeres profirieron estribillos contra la Iglesia y dañaron el frontis de la Catedral, manchando la pared de ladrillo con pintura roja, ocasionando un daño innecesario al patrimonio arquitectónico e histórico de la ciudad que fue erigido hace 106 años. La Basílica Menor de San Lorenzo Mártir fue declarada monumento nacional y forma parte del patrimonio histórico y religioso de Santa Cruz y Bolivia”, dice el comunicado de la Iglesia.Afortunadamente la pintura arrojada al frontis de la catedral fue sacada con una limpieza a base de agua y abrieron las puertas para celebrar la misa de las 11:00 horas de este domingo.

En la página de Facebook de Mujeres Creando se puede observar que en días anteriores habían protestado de manera similar en la ciudad de El Alto, La Paz, donde dejaron varios mensajes en las paredes de por los menos tres templos. “Tu Iglesia crucifica niñas cada día, el feminismo las resucita”, dice una de las frases pintadas con pinturas en aerosol.Luego de un lavado, personal de la Iglesia lograron limpiar la fachada que minutos antes habían pintarrajeada  activistas de Mujeres Creando/Foto: Ricardo Montero

El caso

La menor de 11 años quedó embarazada luego que su abuelastro la violara en Yapacaní. El agresor sexual de 67 años se encuentra encarcelado y en un principio la víctima, con apoyo de su madre, había decidido interrumpir el embarazo.  Sin embargo, la Iglesia le ofreció refugio y apoyo, por lo que ambas cambiaron de parecer y decidieron no interrumpir la gestación.

Esto generó polémica en el país, pues autoridades de Gobierno se refirieron al tema, indicando que el Estado permite el aborto en caso de violaciones y reprocharon el accionar de la Iglesia. Además, la Defensoría del Pueblo inició un proceso penal contra la Iglesia, la Defensoría de la Niñez de Yapacaní y otros.Miembros de Mujeres Creando también pintarrajearon Iglesias de La Paz.

El director jurídico de la Defensoría del Pueblo, Mauricio Soto, presentó el jueves una denuncia en contra de personeros de la Iglesia Católica y los servidores públicos de la maternidad Percy Boland, y también de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia de Yapacaní, porque supuestamente fueron los que impidieron la interrupción del embarazo de la víctima.

La denuncia, que fue presentada en la Fiscalía Departamental de Santa Cruz, contempla los delitos de incumplimiento de deberes, desobediencia a resoluciones constitucionales y  trata de personas.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Bolivia considera que someter a una niña a un embarazo forzado “está calificado como tortura”. Este pronunciamiento lo hizo cuando se hizo público el caso de una menor de 11 años que resultó embarazada tras sufrir abusos sexuales por parte del padre de su padrastro.

La instancia internacional, en el comunicado, exhorta a proteger los derechos de las niñas víctimas de violencia sexual y embarazos forzados.

“El embarazo de una niña no solo pone en riesgo su vida, su salud y su proyecto de vida, sino que también atenta contra su salud mental y emocional, su autonomía corporal, alentando y reforzando las desigualdades, el ciclo de la pobreza y la discriminación”, resalta en el documento.