Obispo de San Ignacio de Velasco niega acusaciones de encubrimiento de violaciones a menores
El monseñor Robert Flock afirmó que se siente atacado por las palabras del procurador Wilfredo Chávez y bajo la mira del Gobierno.
El obispo de la Diócesis de San Ignacio de Velasco, Robert Herman Flock, respondió este miércoles a las acusaciones del procurador general del Estado, Wilfredo Chávez, sobre presuntos casos de encubrimiento de violaciones a menores por parte de autoridades eclesiásticas bajo su autoridad. En una conferencia de prensa, el obispo Flock rechazó rotundamente dichas acusaciones y afirmó sentirse atacado y bajo el escrutinio del Gobierno.
El obispo destacó el caso del expárroco de San Matías, Eulalio P., quien fue denunciado por abuso sexual a una menor en diciembre de 2020. Recordó que el párroco fue capturado y enviado a la cárcel de Palmasola con detención preventiva, donde permaneció hasta agosto de 2021.
Además, mencionó que la Diócesis llevó a cabo una investigación preliminar que encontró indicios suficientes para considerar creíbles las denuncias, lo que resultó en la suspensión del sacerdote de su cargo el 9 de diciembre del mismo año.
El cura enfatizó que la Iglesia no está encubriendo ningún caso de violación en San Matías y San José, y resaltó que los procesos legales han seguido su curso. Destacó que, este caso en particular fue remitido al Ministerio Público y la Diócesis proporcionó todos los requerimientos solicitados por la Fiscalía.
El obispo expresó su sorpresa ante las declaraciones del procurador y afirmó sentirse personalmente atacado al ser señalado como encubridor. Aunque no tiene planes de emprender acciones legales, dijo que considera importante salir a decir su verdad y defender su reputación.
“Obviamente estamos en la mira, todo el mundo sabe eso. Yo me siento atacado. Leí que él (Wilfredo Chávez) dice que ‘no está en guerra con la Iglesia católica’, pero personalmente levantó mi nombre diciendo que soy encubridor y eso es falso, es completamente falso”, señaló Flock.
Las declaraciones del obispo surgen después de que el abogado Marvin Astorga, representante legal de las víctimas de abuso de sacerdotes, presentara una denuncia pública respaldada por el procurador general del Estado, Wilfredo Chávez, acusando al obispo de encubrir los delitos cometidos por religiosos bajo su autoridad.
