Con un final apretado, una encuestadora da la victoria a Jhonny Fernández y otra a Gary Áñez, por lo que entendidos en este asunto apuntan a actuar con responsabilidad y no caldear el ambiente más de la cuenta

El Deber logo
8 de marzo de 2021, 10:53 AM
8 de marzo de 2021, 10:53 AM

Santa Cruz de la Sierra se convirtió en la ciudad con la contienda más peleada de las elecciones subnacionales y de esta manera se cumplieron las proyecciones previas a la jornada de votación, con un final cerrado y donde los dos de los virtuales aspirantes a la Alcaldía se dan por ganadores. Sin embargo, fuera de la euforia de los resultados preliminares, los analistas consideran que es tiempo de ser cautos y explican sus motivos.

Antes de entrar en esta lectura, vale recordar que los resultados del conteo rápido en boca de urna, realizado por empresas encuestadoras y que se difundieron por medios televisivos, reflejan dos horizontes distintos.

Por un lado está la encuesta de Ciesmori realizada para Unitel, la cual dio vuelta con el pasar de las horas una vez presentado el primer resultado que proyectaba a José Gary Áñez (Comunidad Ciudadana - Autonomía por Bolivia) con un 32,9% de los votos y a Jhonny Fernández (Unidad Cívica Solidaridad, UCS) con un 31,9% del resultado preliminar, situación que cambió al conocerse el 96%del conteo de esta encuestadora y 'volcó la tortilla', proyectando al candidato de UCS con el 34,3% frente al 33,1% de Áñez. El margen de error es del 5%.

Mientras que la otra encuesta reflejada por Bolivisión corresponde a Focaliza, donde el margen es más estrecho y da la victoria a Gary Áñez, con un 35,3% frente a un 34,7%, resultado obtenido con el total del conteo preliminar. Además, cada candidato señaló tener su propio cómputo donde también se dan como ganadores.

Entonces, ¿qué aplica en estos casos donde hay poca diferencia y donde el margen de error es mayor? Para el analista político Daniel Valverde en este caso debe primar la mesura, la responsabilidad y el respeto al proceso del conteo de votos para que el escenario no desemboque en malestar o actos que lleven a la confabulación.

Y es que el Órgano Electoral todavía no refleja una estadística donde haya un resultado preliminar, sino que se apega al cómputo oficial que lleva adelante el Tribunal Electoral Departamental (TED) de Santa Cruz, desde donde las propias autoridades han informado que se proyecta cerrar el conteo en los próximos días (del total de las elecciones en la ciudad y en el resto de municipios del departamento)

"Es importante o necesario que los candidatos tengan mayor cuidado o mesura al emitir opiniones cuando la diferencia es mínima. Hay que esperar al conteo final para ver quién tiene más votos, en un ambiente donde no se involucre a la población con expectativas sobredimensionadas", apuntó Valverde en una intervención con EL DEBER.

A su criterio hay un contraste entre los votantes de Áñez y Fernández que si no se sabe administrar y si no muestra respeto al Órgano Electoral puede conllevar conflictos que generen situaciones confusas para la ciudadanía, por lo que toda declaración de los candidatos evite atizar a la gente que tiene los ánimos exaltados en plena ausencia del cómputo final y más cuando también se puede avecinar una 'batalla de impugnaciones' por parte delos frentes políticos en carrera.

Desde el punto de vista del analista Paúl Coca, los resultados del conteo rápido no deberían considerarse para cantar victoria porque son preliminares y menos en una elección tan cerrada como la del municipio cruceño y más en una ciudad donde la composición refleja espacios donde hay sectores populares (lugares alejados o fuera del octavo anillo) que tienen su propia lectura de la política local.

"Gary y Jhonny han dicho que cuentan con su control electoral y nosotros debemos tomar en cuenta que ningún candidato debe agarrarse a resultados preliminares del conteo rápido. Todavía pueden pasar muchas cosas, incluso que se inhabiliten mesas y se tenga que repetir la votación", señaló Coca.

Mientras tanto, el investigador social José Luis Galvis lamentó que la lectura que se hace sobre el rol de las empresas encuestadoras se haya ido deformando y  no se tome en cuenta la parte técnica por dar lugar a la controversia de las cifras finales, dejando de lado el buen ejercicio de su trabajo.

"Los resultados de las encuestadoras ingresan al campo de la narrativa política y al debate, exentos de todo tipo de argumento técnico por parte de los actores políticos, ahora todo es cuestión de fe y no están viendo lo básico de la investigación social y parten por la premisa de condenar este tipo de trabajos y de suponer que hay una intencionalidad", observó Galvis.

El investigador acotó que el trabajo realizado por Ciesmori y Focaliza no es el único que se ha hecho en este último tiempo, sino que también hay otras empresas que han trabajado dentro de este escenario. Además, agregó que el conteo rápido siempre se acerca más a la realidad que una encuesta en boca de urna.